Ciudad de México — Pemex produce gasolina en 70% debajo de su meta para 2022, según las cifras más recientes de la empresa estatal mexicana.
La empresa a cargo de Octavio Romero Oropeza produjo un promedio de 288.300 barriles diarios de gasolina de enero a mayo, 200.000 barriles menos a lo estimado por la compañía para el mismo periodo, según una presentación de la empresa durante diciembre de 2021.
En el caso del diésel, la producción está 40% o 110.000 barriles por debajo de su pronóstico con los 160.000 barriles diarios en promedio que produce la petrolera mexicana.
Para este año, la compañía mexicana prevé una producción promedio de 516.500 barriles de gasolina y 292.500 barriles diarios de diésel mediante el Sistema Nacional de Refinación, que incluye sus seis refinerías.
La empresa subsidiaria Pemex Transformación Industrial (TRI) reconoció un deterioro neto de sus activos por MXN$32.153 millones durante 2021 por su incapacidad de alcanzar sus niveles de producción proyectados ante problemáticas de operación, falta de recursos para proyectos de gasolina y diésel de ultra bajo azufre sin ninguna partida presupuestal destinada para 2022.
Sobre las estimaciones, Rocío Nahle, titular de la Secretaría de Energía (Sener), dijo que las planean mes por mes ante la salidas o entradas en operación por las rehabilitaciones de las refinerías ante reducciones o incrementos en la capacidad de refinación de cada complejo.
“Esto se ha ido programando, planeando con todos los gerentes (de las refinerías) y personal de Pemex”, detalló la funcionaria encargada de la política energética de México durante una conferencia de prensa matutina en diciembre de 2021.
El presidente Andrés Manuel López Obrador y su equipo energético prometieron una política energética de autosuficiencia en gasolina y diésel. Nahle, encargada de la rehabilitación de las refinerías, ha fracasado en su intento por procesar más de un millón de barriles diarios desde que comenzó el sexenio.
Mientras tanto, el mandatario de origen tabasqueño ha asegurado que acabará con las importaciones de petróleo y el país será autosuficiente en gasolina y diésel en 2023, aunque ha diluido su objetivo ante los altos precios del crudo que rebasaron los US$100 dólares por barril este año.