Buenos Aires — El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Mauricio Claver-Carone, indicó este lunes que el organismo no desembolsará los US$500 millones que Argentina esperaba, al cuestionar si esos fondos serían destinados al desarrollo del país, que atraviesa por una crisis económica y financiera.
“Corresponde a las instituciones multilaterales adoptar los más altos estándares de integridad financiera y transparencia y ayudar a sus países miembros a hacerlo también”, manifestó el titular del organismo de crédito, en una columna de opinión publicada por el Wall Street Journal.
En ese sentido, apuntó: “La columna de las Américas de Mary Anastasia O’Grady (”Irán y un vuelo sospechoso a Argentina”, 18 de julio) menciona varios problemas relacionados con uno de esos países, Argentina, que está solicitando al Banco Interamericano de Desarrollo que apruebe un nuevo préstamo incondicional de $500 millones”.
El artículo, además, sostuvo: “A diferencia del Fondo Monetario Internacional, cuyo mandato incluye apoyar las necesidades de liquidez de los países en crisis, el papel principal del BID es promover el impacto en el desarrollo a través de préstamos y asistencia técnica para proyectos específicos”.
“Creado para mejorar la vida en América Latina y el Caribe, el BID tiene el deber de ayudar a miembros como Argentina. Es por eso que el BID ha desembolsado más de USD 2.500 millones desde finales de 2020 para mejorar la salud argentina, el acceso al agua potable y la infraestructura vial, así como para apoyar a las poblaciones vulnerables”, expresó.
De ese modo, argumentó: “Por mucho que el BID quiera aprobar nuevos fondos para Argentina, no puede dar el visto bueno a las solicitudes para hacerlo sin asegurarse prudentemente de que tiene un impacto en el desarrollo”.
“El éxito de Argentina es el éxito del BID, pero el tumultuoso historial financiero de Argentina afecta singularmente a los costos del banco”, puntualizó Claver-Carone, quien aseguró que el organismo “debe proteger su capacidad de ayudar de forma fiable a todos sus 26 prestatarios, incluidos los países pequeños con pocos recursos”.