Bloomberg — La aplicación BeReal, apodada como anti-Instagram, ha aumentado su popularidad en las últimas semanas a pesar de las numerosas quejas de que se bloquea en un momento crítico para su propósito.
La red social, que exige a todos los usuarios que se tomen una foto en un plazo de dos minutos cada día en un determinado momento, a menudo falla cuando todo el mundo intenta subir sus fotos espontáneas a la vez. Si la imagen no se sube en el plazo previsto, se le pone la etiqueta de “tarde”.
Sin embargo, lejos de disuadir a los usuarios, la aplicación ocupó el primer puesto en Estados Unidos en la App Store de Apple Inc. (AAPL) durante tres días la semana pasada. Se instaló 1,7 millones de veces durante la semana del 11 de julio, la mayor ganancia semanal de la historia, según la plataforma de análisis digital Sensor Tower.
El profesor asociado de marketing de la Escuela de Administración de la Universidad de Búfalo, Arun Lakshmanan, afirma que es habitual que, cuando la demanda aumenta repentinamente, la infraestructura se vea sometida a una gran presión. “Cuanto más rápido sea capaz de crecer una aplicación, más probable será que se haga popular y estable”, dijo.
El auge de BeReal es similar a lo que sucedió con Instagram y Twitter (TWTR), cuando los fallos de la plataforma eran frecuentes debido a la sobrecarga de usuarios. Esas aplicaciones se adaptaron y sobrevivieron, pero en un momento en que tantas aplicaciones de redes sociales compiten por la atención de la gente, BeReal todavía tiene que demostrar que puede ser algo más que una moda pasajera.
La aplicación francesa existe desde 2020, cuando fue lanzada por Alexis Barreyat, que anteriormente había trabajado en GoPro Inc. (GPRO) BeReal dijo que recibió US$30 millones en financiación de Andreessen Horowitz, Accel Partners y New Wave, con la participación de DST Global y otros. Insider informó de que BeReal está recaudando US$85 millones en capital fresco, liderado por DST Global. Ello valoraría la empresa en US$600 millones.
Tras ganar popularidad en Francia, la aplicación empezó a despegar entre los usuarios de edad universitaria en EE.UU. a principios de este año. Su atractivo, según muchos usuarios, radica en su oposición intencionada a la estética ultracurada de Instagram, propiedad de la empresa matriz de Facebook, Meta Platforms Inc. (FB)
En BeReal, los usuarios publican una sola vez al día, con una notificación push que les indica que es “Time to BeReal” (“Tiempo de SerReal”), con dos emojis amarillos de advertencia entre paréntesis. Con un solo clic, la aplicación toma dos fotos, una de la cámara frontal y otra de la trasera simultáneamente.
Pero para muchas personas, aquí es donde las cosas van mal. Es posible que tengan que cerrar y reiniciar la aplicación varias veces, o que, si consiguen hacer una foto, ésta tarde demasiado en cargarse, lo que se traduce en la temida etiqueta de “tarde”. Los usuarios no pueden ver lo que publican sus amigos hasta que ellos mismos lo han hecho, por lo que los fallos les impiden utilizar la aplicación.
Durante las dos primeras semanas de julio, se produjo un aumento del 254% en el número de reseñas negativas de BeReal por su rendimiento y sus fallos, según la plataforma de inteligencia de datos Apptopia. En mayo, las reseñas que citaban un rendimiento “negativo” o “mixto” y “fallos” constituían el 56,4% del total de las reseñas. BeReal no ha querido hacer comentarios.
A pesar de las frustraciones relacionadas a los aspectos técnicos, la gente sigue acudiendo a su publicación diaria. Los usuarios de BeReal siguen utilizando la aplicación en mayor medida que las 10 principales aplicaciones sociales, según cifras de data.ai, una plataforma de datos de consumo y mercado. En el mes de mayo, los usuarios que siguen con la aplicación después de 7 días son casi el 50% en BeReal, en comparación con el 37% de otras aplicaciones. Después de 30 días, esas cifras se igualan en un 35% y un 34%, respectivamente.
Brianna Fox, una estudiante de 19 años de la Universidad de Michigan y usuaria de la aplicación, que utiliza los pronombres ella/ellos, intentaba hacer una foto pero en su lugar veía su cara con tono de color púrpura y multiplicada en una cuadrícula parecida a un caleidoscopio, un efecto que no tiene la cámara normal de su iPhone. Cuando sus amigos también experimentaron fallos técnicos, bromearon diciendo que Fox se los había pasado a ellos. Aun así, Fox sigue publicando a diario.
“La única razón por la que diría que sigo usándolo es que es divertido”, dijo Fox. “No hay filtros como en Instagram o Snapchat. Es más sincero, y eso me gusta más”.
Omer Cayir, un estudiante de Derecho de 22 años en Londres, también publica en BeReal todos los días. Empezó a usarlo en abril, y al cabo de un par de semanas vio fallos como que se borraba el pie de foto o toda la publicación. Durante un mes no recibió la notificación de que era hora de publicar. Cayir dijo que era frustrante, pero que no tenía problemas porque todavía estaba en la fase de luna de miel con la aplicación.
“Hubo una semana más o menos en la que se sintió un poco como una tarea”, dijo, “pero la aplicación, por suerte, en el momento oportuno comenzó a arreglarse y empezó a ser más emocionante de nuevo”.
No todos los usuarios están entusiasmados. Ben Boehlert, un asistente de investigación de 22 años de Cambridge (Massachusetts), dice que la mitad de las veces que recibe la notificación “Time to BeReal” no se molesta, y la otra mitad lo intenta y no consigue publicar. Muchos días no ve la notificación porque está en medio de la jornada laboral.
Ben Boehlert (@bhboehlert): Lo mejor de BeReal es que, aunque sólo lo uso durante dos minutos al día, básicamente no funciona durante esos dos minutos
“Ha hecho que sea algo imposible de usar”, dijo, “lo cual es lamentable porque es genial”.
Fox, Cayir y Boehlert se unieron a la aplicación después de que sus amigos les convencieran. Lakshmanan dijo que cuando la gente habla con sus amigos sobre la aplicación se crea un efecto de red que puede ayudar a que la aplicación despegue. Pero la plataforma tiene que invertir en hacerla utilizable para que el comportamiento de la gente se arraigue, dijo el profesor.
Con la aportación de capital y “un poco más de inversión” en el producto y la infraestructura, los fallos deberían solucionarse con el tiempo, dijo Lakshmanan. “Ahora, si esto seguirá el camino de Facebook o Twitter, es una cuestión abierta”.
