Bloomberg — Por primera vez en más de dos años, la actividad comercial en los Estados Unidos se redujo en el mes de julio mientras los fabricantes y los proveedores de servicios señalaron una demanda floja que aviva las inquietudes sobre una posible recesión.
El indicador Flash US PMI Composite Output Index de S&P Global cayó 4,8 puntos, a 47,5, la lectura más débil desde mayo de 2020. Fuera de los primeros meses de la pandemia, la cifra de julio es la más débil en datos que se remontan a 2009. Las lecturas por debajo de 50 indican contracción. El indicador de nuevos pedidos se expandió modestamente tras contraerse el mes anterior.
“Los datos preliminares del PMI de julio apuntan a un preocupante deterioro de la economía”, dijo Chris Williamson, economista jefe de negocios de S&P Global Market Intelligence, en un comunicado.
“La industria manufacturera está estancada y el repunte del sector de los servicios tras la pandemia ha retrocedido, ya que la demanda reprimida se ha visto superada por el aumento del costo de la vida, la subida de las tasas de interés y el creciente pesimismo sobre las perspectivas económicas”, añadió Williamson.
En Europa se observaron resultados similares. El índice de actividad en la zona del euro se contrajo inesperadamente por primera vez desde principios de 2021. La producción empeoró entre los fabricantes, mientras que el crecimiento del sector servicios estuvo a punto de estancarse.
En Estados Unidos, la contracción estuvo liderada por un fuerte descenso de la actividad en el sector de los servicios. El indicador de servicios del grupo cayó a 47, la cifra más baja desde mayo de 2020. Excluyendo la pandemia, el dato de julio fue el más débil en los registros que se remontan a 2009. Aun así, las empresas siguieron añadiendo puestos de trabajo a un ritmo sólido.
Mientras tanto, el índice manufacturero del grupo se redujo a un mínimo de dos años de 52,3 en julio. Los nuevos pedidos se redujeron por segundo mes y el crecimiento del empleo se ralentizó. Los pedidos de exportación también se contrajeron, ya que la fortaleza del dólar y el panorama mundial más sombrío pesaron sobre la demanda exterior.
Los indicadores de inflación se suavizaron un poco en el mes, aunque siguieron siendo muy elevados. El indicador compuesto de los precios de los insumos se redujo a su nivel más bajo en seis meses y el indicador de los precios de producción cayó al nivel más bajo desde marzo de 2021.
Las expectativas de las empresas para el futuro también se deterioraron, cayendo al nivel más bajo desde 2020, ya que la debilidad de la demanda y la inflación pesaron en el sentimiento.
Aunque los indicadores de empleo señalaron un crecimiento continuado en julio, el informe indicó que un mayor número de empresas mencionó planes de recorte de costos y reducción de personal.