Bloomberg — Dos terceras partes de los consumidores estadounidenses están planeando reducir su gasto durante los próximos seis meses a causa de la inflación, según una encuesta reciente de Morgan Stanley. Un porcentaje similar identifica el aumento de los precios como una de sus principales preocupaciones.
Las personas encuestadas que dijeron que tenían planes de tomar parte en actividades de ocio y entretenimiento se desaceleró de un alza del 7 % a principios de este mes a un leve aumento del 2%, dijeron los investigadores.
El sondeo entre casi 2.000 personas realizado entre el 15 y el 18 de julio, arrojó que las visitas a los centros comerciales han disminuido un 14 % y las intenciones de viajar comienzan a disminuir. Sin embargo, los hogares con ingresos de más de US$150.000 “son resistentes en sus intenciones de viajar hasta el momento”, destacaron.
El gasto de los consumidores se disparó en los últimos ciclos a medida que los hogares acumularon ahorros y disfrutaron de niveles de deuda más bajos. Ahora, la elevada inflación y los lentos aumentos en las solicitudes de desempleo parecen estar agotando a los consumidores.
“Los salarios no están a la altura de la inflación (...) cada vez es más difícil para los hogares pagar sus facturas. La gente está empezando a cambiar su comportamiento de formas inusuales para estirar un poco más sus dólares”, dijo Chris Low, economista jefe de FHN Financial, en una llamada telefónica.
El consumo de gasolina, un bien generalmente inelástico, disminuyó en términos reales en casi un 8% en julio, según los cálculos de FHN Financial. “Se nota lo apretadas que están las familias por el hecho de que están cambiando tanto sus hábitos de manejo”, dijo Low.
Los datos refuerzan los comentarios de ganancias recientes de bancos como Citigroup Inc. (C) y Wells Fargo & Co. en torno a los crecientes niveles de endeudamiento de los consumidores.
Low planteó la posibilidad de condiciones de préstamo más estrictas para los prestatarios de mayor riesgo a medida que las tasas de interés comienzan a subir. “La primera etapa de un ajuste crediticio es que los prestatarios retroceden porque las tasas de interés son más altas”, dijo. “La segunda etapa es que los prestamistas comienzan a despedir a la gente. Y estamos apenas al comienzo de esa segunda etapa”.