Nueva York — Emily Yang pasó prácticamente del anonimato y de haber quedado de desempleada en el campo de la animación digital a convertirse en una de las principales promesas del criptoarte bajo el seudónimo de pplpleasr, con el que consiguió miles de seguidores en sus redes sociales.
En medio de la fiebre global de los criptoactivos, Emily Yang comenzó un tipo de “inversión pasiva” en el 2017 mientras trabajaba como animadora de efectos visuales de 3D, pero cometió “el error de comprar todo” excepto bitcoin y ethereum porque estaba buscando la próxima gran apuesta.
El mercado bajista desvió su atención del mundo de los criptoactivos y desistió por un tiempo hasta el 2020, el mismo año en el que quedó desempleada como consecuencia de la pandemia, que a su vez impulsó una de las mayores carreras alcistas de las criptomonedas más populares como bitcoin.
Con la pandemia, y mayor tiempo disponible, tuvo la oportunidad de hacer arte para sí misma luego de haber creado múltiples piezas para clientes externos y de haber participado con su trabajo en producciones como Batman vs. Superman o Wonder Woman.
“No tenía nada más que hacer y para sentir que mi vida no era un desperdicio básicamente empecé a hacer arte para mí y a practicar con mi conjunto de habilidades para convertirme en un artista más generalista. Y sí, simplemente expresarme a través de este medio digital”, confiesa.
Es así que a pesar de los desafíos que trajo consigo la pandemia y de haber quedado desempleada en ese momento, destaca que se autodescubrió como “artista independiente” y desde entonces su carrera comenzó a despegar hasta el punto de que fue destacada en la revista Vogue Taiwán y formó parte de Forbes 30U30, a la vez que ha colaborado con Steve Aoki y Sotheby’s.
Los inicios y el éxito
Motivada por el aumento de la actividad en el mundo de los criptoactivos, optó por emprender en este negocio como un medio para generar un flujo de ingresos alternativos. “Empecé a investigar más y entonces vi una manera de combinar mis habilidades anteriores, como la animación 3D, en algo de valor en el negocio de las criptomonedas”, cuenta en una entrevista con Bloomberg Línea.
Tras el boom generado por los NFT, se dio cuenta de que había más oportunidades más allá de la animación tradicional y se lanzó en este nuevo mercado.
Fue así que realizó una primera animación digital “muy viral” para la bolsa de intercambio de criptomonedas Uniswap, que catapultó su éxito en internet. Se trata de un anuncio futurista en el que se ve un unicornio movilizarse por un escenario colorido y utópico de ethereum. Este anuncio se convirtió en un NFT que se subastó por unos 310 ethereum o más de medio millón de dólares, lo que la ubicó en el mapa de los creadores globales de este mercado.
Es precisamente esta obra su favorita en la actualidad, porque “marcó un momento crucial” en su vida. “No necesariamente por lo mucho que se vendió, sino porque antes de venderlo como un NFT la animación se hizo viral y leer las reacciones de todo el mundo sobre una animación abstracta de 45 segundos, generando una especie de impacto emocional en tantas personas, era muy especial para mí”, contó.
Esto reafirmó su intención de desarrollar su estilo y enfocarse 100% en el mundo de los NFT. “Tomé ese impulso y continué haciendo colaboraciones que sentí que eran significativas y también aumentaron la conciencia de la criptografía en general”, comentó en la entrevista.
Sus trabajos la llevaron a diseñar una portada de la revista Fortune, que define como “muy viral” y que generó polémica por su provocador titular: Cripto vs. Wall Street. “Recaudamos más de US$1,3 millones con ella con nuestras ventas de NFT, una mitad de los cuales fue donado a la caridad”, dijo.
Su visión del fenómeno NFT
Emily Yang analiza que el fenómeno de las valuaciones millonarias en el mundo de los criptoactivos responde a una tendencia general en la industria de la tecnología y las startups que son movidas por grandes rondas de capital, pero que particularmente con los NTF influyen otros factores que están más asociados al carácter mismo de los seres humanos.
Al ser “seres más visuales”, cree que las personas asociación estas imágenes a sentimientos más profundos como la nostalgia y a otros estados que evocan emociones, lo que representa “un lenguaje más fuerte en comparación con las finanzas, que es un poco más técnico, aburrido”.
Reflexiona también acerca de las noticias que genera esta industria de los NFT, la mayoría de las cuales se centran en las valuaciones y los números detrás de esta, lo que a su juicio alimenta este “ciclo de valoraciones altas”. Si un medio informa “que vendí este NFT por US$ 5millones va a haber alguien más que va a querer superar ese número”, ejemplifica.
En este sentido, considera que el actual escenario bajista en el mundo de los criptoactivos hace que “las cosas se sientan un poco más normales” y se establezca “una especie de reajuste. Creo que se están recalibrando las expectativas y la realidad de la gente”.
La presión de ser un criptoartista
Cuestionada acerca de los aspectos más difíciles de ser una criptoartista, manifestó que en el actual escenario hay mucha presión porque la mayoría de ellos pasaron a ser comparados en números, esencialmente la cantidad de dinero que obtienen por su trabajo.
“Obviamente, la cadena de bloques tiene muchas ventajas por ser tan transparente y permanente, y todo el mundo puede ver todo lo que ha sucedido. Hay muchas ventajas, pero también hay desventajas”, confesó la criptoartista.
Es así que considera que el actual ‘boom’ de los NFT también representa casi que “una invasión de la privacidad”, en el que prácticamente cualquiera puede estar constantemente monitoreando la identidad de estos criptoartistas y ver todo lo que están haciendo.
“Es como tener su cuenta bancaria expuesta al mundo todo el tiempo (…). Todo tu valor se basa en los números que puedes generar. Si tu precio baja entonces de repente la gente está diciendo: ¡Oh ya no eres un buen artista! Y ya sabes, es una especie de estrés mental que los artistas están siendo sometidos a lo que no creo que fuera tanto antes. Y creo que ese es probablemente uno de los aspectos más difíciles de ser un artista de NFT”, dijo.
La revolución de los NFT
Para Emily Yang, los NFT están contribuyendo a que las personas “aprecien más el arte digital”, a la vez que refuerzan la percepción de que el arte en general trasciende más allá de lo físico y de las salas de los museos, en donde este tipo piezas cada vez están más integradas.
Asimismo, destaca que las personas ya no solo piensan en el activo en sí, sino también empiezan a profundizar en la mecánica detrás de los NFT, que implica por ejemplo cómo están interactuando los nuevos artistas con blockchain. “Creo que eso es algo bueno porque estamos evolucionando, aprendiendo y adaptándonos”, destacó.
Sobre la democratización de los NFT, cuyo precio es variable pero suele alcanzar grandes cifras, comentó que podría suceder como con la adopción de otras tecnologías en el pasado, por lo que espera que próximamente estén “integrados en la vida de todos y facilitando las cosas más allá del arte digital”.
“Probablemente una vez que los ordenadores salieron por primera vez la mayoría de la gente no sabía cómo configurar su propio internet de acceso telefónico o cosas por el estilo, ahora la gente ni siquiera tiene que pensar en eso (…) es solo como el avance de la tecnología como un curso natural”, dijo.
Pero la criptoartista considera que sí se necesitan más personas que “venga y construya herramientas y recursos para hacer que todo esto de las NFT sea más accesible y, con suerte, para ese momento la gente ya no usará ese término”, dado que la democratización se podría reflejar en aspectos simples de la vida como los pasaportes o los visados, en donde esto se podría aplicar para reflejar todos los lugares que una persona ha visitado.