Bloomberg Línea — El adiós a las tasas de interés bajas, una guerra en Europa, una crisis energética y la inflación más alta en décadas han formado parte del cóctel de vientos de frente al que se han tenido que enfrentar los activos de riesgo durante 2022.
Las criptomonedas, consideradas actualmente como activos de riesgo por excelencia, no han sido ajenas a este escenario. Además de los factores mencionados, el colapso de actores de peso en el ecosistema (como Terra, Three Arrows Capital y Celcius), así como la amenaza de un consecuente efecto contagio, han generado un mercado bajista que no solo las ha llevado a mínimos, sino que también ha puesto en duda uno de los principales argumentos de los amantes de los criptoactivos: que funcionan como una cobertura contra la inflación.
La industria nunca antes había estado tan influenciada por los eventos macro, según un análisis publicado por Kaiko Research, un proveedor de datos del mercado cripto, y la volatilidad típica de estos activos digitales ha crecido a medida que se conocen noticias como los datos la inflación o las decisiones de política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos. Este evento, que volverá a tener lugar la próxima semana, podría interponerse en los precios de los criptoactivos.
El informe pone como ejemplo la reacción que ha tenido el bitcoin (XBT), el mayor criptoactivo por capitalización de mercado, cada vez que el Departamento de Trabajo ha publicado el Índice de Precios al Consumidor en Estados Unidos.
La volatilidad de los precios de las criptomonedas sube en las horas posteriores a la publicación de los datos de inflación, pues el cambio porcentual absoluto en el precio “es significativamente más alto y más volátil que el cambio de precio promedio por hora”, según un análisis firmado por Conor Ryder y Dessislava Aubert.
Para los analistas, esta no solo es la “señal más clara” del impacto que ha tenido el entorno macroeconómico en los criptoactivos, sino que también refuerza la idea de que el bitcoin no se ha desempeñado bien como cobertura contra la inflación.
A pesar que desde 2020 el precio del token digital venía creciendo en línea con las expectativas más altas del costo de vida, desde este año la tendencia ha cambiado. “Si bien la inflación de EE.UU. se ha acelerado en su mayoría desde noviembre de 2021, el bitcoin ha bajado dos dígitos. Nada de esto respalda la narrativa de la cobertura contra la inflación”, insisten los analistas.
Agregan que este desempeño también demuestra que el bitcoin es muy sensible a la política monetaria de Estados Unidos, “ya que las expectativas de inflación son, en última instancia, una medida de qué tan bien cree el mercado que la Reserva Federal controlará las presiones inflacionarias”.
Los precios del bitcoin se han recuperado casi un 14% en los últimos 7 días, según los datos de Coingecko, y han estado luchando por salir del rango de los US$22.000. Una mayor volatilidad podría volver en los próximos días con la reunión de la Reserva Federal del 26 y el 27 de julio.
Los inversionistas han revertido las apuestas iniciales de que se podría dar un aumento de 100 puntos básicos luego de discursos más cautelosos que han dado funcionarios como el presidente de la Fed de Atlanta, Raphael Bostic, y James Bullard de St. Louis. Ahora el mercado apunta a un alza de 75 puntos básicos la próxima semana.
Este escenario contrasta con el que benefició a las criptomonedas hace dos años, según el análisis de Kaiko. A medida que la Reserva Federal bajó las tasas de referencia y aumentó el estímulo fiscal para enfrentar el Covid-19, los tokens digitales encontraron en la mayor liquidez global un impulsor para sus precios.
“Los activos de riesgo se beneficiaron enormemente de la política monetaria laxa de la Reserva Federal. Las bajas tasas de interés significaron que invertir más a lo largo del espectro de riesgo (...) tenía sentido para la mayoría de los inversores especulativos”, dice el reporte.
A la par de la política monetaria de la Fed, el informe también advierte por la correlación cada vez mayor entre el bitcoin y las acciones tecnológicas, que han reaccionado de manera similar con las decisiones que ha tomado el banco central de Estados Unidos.
Ryder y Aubert recuerdan que la correlación llegó a “nuevos máximos después del colapso de marzo de 2020, cuando se introdujeron tasas de interés cercanas a cero, y nuevamente en los primeros cinco meses de 2022, cuando la Reserva Federal anunció un nuevo régimen de ajuste monetario”.
Para los analistas, si realmente la industria quiere ser un nuevo sistema financiero, tendrá que romper con la correlación con las acciones, pues el discurso de que son una cobertura contra la inflación o una reserva de valor no tendrá sentido si siguen moviéndose en línea con las acciones en los mercados alcistas y bajistas.
El bitcoin ha caído un 3,8% en las últimas 24 horas, hasta las 14:24 hora de Nueva York, después de que se conociera que Tesla (TSLA) convirtió un 75% de sus compras en bitcoin a moneda fiduciaria y revirtió la tendencia al alza que venía mostrando.
Este periodo de agitación continuaría hasta que se supere la decisión de la Reserva Federal de la próxima semana, concluyó Edward Moya, analista de Oanda.