Bloomberg — El nuevo presidente de Sri Lanka es Ranil Wickremesinghe. El aliado del ex presidente, Gotabaya Rajapaksa, llegó al poder con el apoyo de la mayoría de los legisladores del partido del ex mandatario, un hecho que podría reavivar las protestas callejeras en la nación en bancarrota y frustrar las conversaciones de rescate con el Fondo Monetario Internacional, considerando que este dejó su cargo en medio de protestas masivas.
El antiguo primer ministro, de 73 años, venció a Dullas Alahapperuma, un candidato respaldado por la oposición que contaba con el apoyo de una facción del partido gobernante, y al legislador de izquierdas Anura Kumara Dissanayake, del opositor Janatha Vimukthi Peramuna. Consiguió más del 50% de los votos emitidos en el parlamento el miércoles.
El presidente describió la victoria como un “honor y un privilegio”, al dirigirse al parlamento después de que se anunciaran los resultados.
Aunque el partido Sri Lanka Podujana Peramuna (Frente Popular), de Rajapaksa, no se ha dividido formalmente, han aparecido grietas mientras el grupo se esfuerza por hacer frente a la ira antigubernamental en todo el país.
El principal foco de la ira de los manifestantes ha sido hasta ahora el ex presidente, quien huyó a Singapur y dimitió luego de meses de protestas que pedían su destitución y que culminaron con el asalto de miles de manifestantes a su residencia oficial el 9 de julio.
La nación insular del sur de Asia se enfrenta a la peor crisis económica y política desde su independencia en 1948, con escasez de alimentos, combustible y medicinas y una inflación que roza el 70%.
El nuevo presidente no es popular entre los manifestantes, que incendiaron su residencia personal a principios de este mes y ocuparon su despacho. También intentaron asaltar el parlamento la semana pasada, lo que llevó a Wickremesinghe, que entonces fue nombrado apresuradamente presidente interino, a anunciar el estado de emergencia, que otorga al ejército y a la policía poderes para detener y encarcelar a personas. Wickremesinghe ha culpado a los elementos “fascistas” de la escalada de tensiones.
El miércoles, un pequeño grupo se reunió frente a la secretaría presidencial tras los resultados de la votación coreando: “Ranil, Ranil has fracasado”.
Wickremesinghe tiene previsto hablar con todos los partidos políticos a partir del jueves y las conversaciones incluirán la formación de un gobierno de todos los partidos. Como presidente, también tiene el poder ejecutivo de nombrar a un nuevo primer ministro.
Realidades del país
El candidato de la oposición, Dissanayake, dijo que el resultado no reflejaba la realidad en el país. “Muestra una perversión de los deseos del pueblo”, dijo el legislador en el Parlamento. “Hay una gran distancia entre la asamblea de aquí y la gente de fuera”.
El lunes 18 de julio, Wickremesinghe había expuesto lo que había hecho desde que fue nombrado primer ministro por Gotabaya Rajapaksa en mayo, cuando las protestas, en gran parte pacíficas, se volvieron sangrientas, forzando la dimisión del hermano mayor y hombre fuerte, Mahinda Rajapaksa.
Wickremesinghe dijo que había llevado al país a una conclusión en las negociaciones con el FMI para un programa de rescate y que había avanzado en las “discusiones para la asistencia” con países extranjeros.
El veterano político fue elegido por primera vez para la legislatura a finales de la década de 1970 y tuvo una racha ininterrumpida en el Parlamento hasta 2020, cuando su partido fue derrotado tras los atentados del Domingo de Pascua. El partido no ganó ni un solo escaño en las elecciones, pero volvió como legislador a través de un sistema en el que los partidos con suficientes votos pueden nombrar a un miembro en la “lista nacional”.
Con la asistencia de Asantha Sirimanne.