Bloomberg — El presidnte ruso, Vladimir Putin, señaló que Europa volverá a recibir gas a través del gasoducto Nord Stream, clave en los envíos al continente, pero advirtió que estos serán menores a menos que se resuelva una disputa por partes del mismo que están alcanzadas por sanciones.
Europa está en vilo y a la espera de ver si los suministros se reanudan el jueves, una vez que los trabajos de mantenimiento del gasoducto concluyan.
Putin dio la señal más clara de que al menos parte de los envíos volverán. Pero si la parte del gasoducto sancionada (una turbina) no vuelve a Rusia, el enlace solo funcionará al 20% de su capacidad tan pronto como la semana que viene, dado que otra similar tiene que entrar en mantenimiento, según Putin.
Luego de frenéticos esfuerzos diplomáticos por parte de Alemania, la parte está en camino desde Canadá.
“Si viene otra parte, funcionarán dos. Si no, sólo una, por lo que se bombearán 30 millones de metros cúbicos al día”, dijo Putin a los periodistas tras una cumbre en Irán a última hora del martes. Quiere que la pieza vuelva a Rusia, junto con todo su papeleo, dijo.
Los precios del gas subieron mientras los operadores se esforzaban por dar sentido a los comentarios de Putin. Por un lado, es positivo, ya que muchos en el mercado esperaban que los flujos no volvieran en absoluto. Pero la condicionalidad no hace más que aumentar la incertidumbre.
“Está absolutamente claro que Moscú está cortando los suministros por razones geopolíticas: quiere crear una crisis de gas europea este invierno para poner a Europa de rodillas hasta el punto de cortar el apoyo a Ucrania”, dijo Tim Ash, estratega senior de Bluebay Asset Management.
En estos momentos no fluye gas por el mayor gasoducto hacia Europa debido a las tareas de mantenimiento, justo cuando el continente está tratando de rellenar su almacenamiento para el invierno boreal. Antes del mantenimiento, el gas fluía a un 40% de la capacidad del Nord Stream. Rusia también ha frenado los flujos a través de otras rutas, como la de Ucrania.
En toda la región, los funcionarios y las empresas han estado en vilo por saber si Rusia reabrirá el grifo. La Unión Europea parte de la base de que los flujos se cortarán y se esfuerza por encontrar formas de reducir el consumo, mientras los gobiernos se apresuran a asegurar suministros alternativos. La amenaza de escasez está socavando el euro y aumentando los riesgos de recesión.
“Lo que Gazprom vaya a hacer mañana es su mejor conjetura, lo mismo que la nuestra”, dijo el portavoz de la Comisión Europea, Eric Mamer. “Lo que está claro es que cuando preparamos los planes de contingencia de invierno, nos basamos en el peor escenario posible”.
Incluso antes de las obras, Gazprom recortó las entregas a través del gasoducto, alegando problemas técnicos en un activo separado que comprime el gas para el enlace. A principios de este año, la empresa cortó los suministros a algunos países de la UE por un conflicto salarial, y más recientemente declaró fuerza mayor en los envíos a varios compradores europeos.
La saga de las turbinas
Cerca de la costa rusa del Báltico, la estación de compresión Portovaya de Gazprom es el lugar donde el suministro de gas comienza su viaje de 1.200 kilómetros hasta Alemania a través del Nord Stream. Rusia citó problemas con la estación - una entidad legal separada del gasoducto, con diferente propiedad - cuando cortó los suministros el mes pasado.
Portovaya cuenta con seis grandes turbinas de gas que le permiten generar la presión suficiente para enviar el gas a una distancia tan larga. Sólo dos de esas unidades estaban en funcionamiento antes de que Nord Stream cerrara por mantenimiento a principios de este mes, según Gazprom. Los otros componentes necesitaban ser revisados por su fabricante, Siemens Energy AG.
Una de las turbinas se quedó varada en Canadá -donde estaba siendo reparada- debido a las sanciones de Ottawa contra Moscú. Canadá cedió el componente a Alemania tras las llamadas de Berlín, y otras turbinas pueden ir ahora a realizar un trabajo similar. Pero no hay claridad sobre cuándo podría ocurrir esto, y no hay detalles sobre las dos turbinas restantes o su condición.
El flujo de gas a través de Nord Stream funcionaba a un 40% de su capacidad antes del mantenimiento del gasoducto, debido a los problemas técnicos relacionados con las turbinas, según Gazprom. Un ejecutivo de la compañía dijo que las advertencias de fuerza mayor emitidas a principios de esta semana eran un reflejo de la realidad de que Gazprom no puede cumplir plenamente sus obligaciones con los clientes europeos debido a la situación de las turbinas.
Alemania e Italia, ambos compradores clave, han calificado previamente la caída de los flujos como una maniobra política, una afirmación a la que Rusia se ha encogido de hombros.
La tensión se mantiene
Las autoridades alemanas tienen previsto esperar al menos hasta el lunes para hacer balance de cualquier posible recorte de los envíos. Aunque los flujos vuelvan a ser reducidos, la tensión entre Rusia y la UE por el suministro de energía se mantiene.
Gazprom, repleta de efectivo debido a los altos precios del gas en Europa, está planeando ante la posibilidad de que las tensiones se disparen aún más, según una persona cercana a la dirección de la empresa.
Es posible que se produzcan nuevos retrasos en la reanudación de los suministros o incluso una interrupción temporal como táctica de presión en los próximos meses, antes de que las temperaturas más frías eleven la apuesta a finales de año, según otra persona cercana a la empresa.
“Para que Rusia siga teniendo influencia geopolítica, necesita que el gas fluya, para tener la amenaza de cortarlo”, dijo Nick Campbell, director de la consultora Inspired Plc.