Bloomberg — En su última comparecencia como primer ministro ante la Cámara de los Comunes del Reino Unido, Boris Johnson ofreció consejos a su sucesor y declaró que su misión está “ampliamente cumplida”.
Johnson dijo que “hay que seguir cerca de los estadounidenses, dar la cara por los ucranianos, recortar los impuestos, desregular cuando sea posible y “centrarse en el camino que tenemos por delante, pero sin olvidar mirar atrás”.
Las declaraciones estaban destinadas a Rishi Sunak y Liz Truss, quienes son los dos candidatos finales por sustituirle en este cargo en las próximas semanas como líder del Reino Unido y del Partido Conservador.
Este miércoles Johnson respondió a preguntas de los miembros del Parlamento por última vez en calidad de primer ministro, aunque se mantendrá en su puesto hasta inicios de septiembre cuando se elegirá a su sucesor.
Sus últimas palabras, “hasta la vista, baby”, recibieron una ovación de sus parlamentarios, algunos de los cuales habían presionado para que dimitiera hace unas semanas.
Con su habitual estilo exuberante, el primer ministro Johnson utilizó la tarima del Parlamento para lanzar una retahíla de insultos personales contra el líder del opositor Partido Laborista, Keir Starmer, al que calificó de “gran bulto humano sin razón”.
La carrera por el liderazgo del Partido Conservador ha tenido momentos de enfrentamiento, en los que los candidatos han criticado tanto al gobierno como las políticas formuladas y la gestión de los oponentes.
El miércoles, Starmer retomó ciertos ataques, desde la aseveración de la candidata Truss acerca de que el ex ministro de Hacienda frenaría el crecimiento y provocaría una recesión en el país, a los comentarios de Sunak sobre que los planes de los demás son una “fantasía” económica.
El primer ministro reconoció que no está siguiendo de cerca la contienda.
“Yo no sigo este asunto con especial atención”, comentó. Aunque cualquiera de ellos “limpiaría el piso” con Starmer, afirmó, al comparar a los candidatos con un “detergente del hogar”.