Bloomberg — Europa perdió aproximadamente la mitad de su capacidad de fundición de metales como zinc y aluminio durante el último año, y un nuevo aumento de los precios de la energía podría hacer que la cifra aumente durante el invierno boreal, advirtieron algunos de los mayores productores de metales de la región.
Eurometaux, que representa a mineros, fundidores y fabricantes, y que emplea a 500.000 personas en Europa, enumeró los distintos riesgos para la industria, en un momento en el que la UE insta a los Estados miembros a reducir el uso de gas para evitar que la crisis energética se agrave.
El plan implicará hacer equilibrio entre preservar los suministros para usuarios residenciales y reducir los riesgos de que haya daños duraderos a infraestructuras industriales clave.
“El plan actual de reducción de la demanda de gas de la UE deja en claro que los políticos deben tomar decisiones casi imposibles para proteger a sus ciudadanos e industrias este invierno”, dijo el director general de Eurometaux, Guy Thiran, en un documento.
“Muchas más instalaciones corren el riesgo de cierre permanente si se vuelven reales los temores de la UE sobre la escasez de gas en invierno y los picos en los precios de la energía”.
Las industrias de aluminio y zinc no son grandes usuarios directos de gas, pero la gran cantidad de energía que consumen las fundiciones las deja en una situación de riesgo ante la crisis europea.
Las fundiciones de aluminio se han visto particularmente afectadas, ya que es uno de los metales que requiere más energía para su fabricación. Si la industria del aluminio de 65 millones de toneladas al año fuera un país, se ubicaría como el quinto mayor consumidor de energía del mundo, en tanto que más recortes en la producción podrían hacer una mella considerable en el uso general de electricidad en Europa.
Sin embargo, Eurometaux advirtió que las reducciones adicionales tendrán un costo amplio y duradero en los objetivos más amplios de energía verde de la región. El uso de aluminio en vehículos livianos y celdas solares significa que ocupa un espacio clave en la transición energética, pero más recortes en la producción dejarían a Europa más dependiente del suministro de fundiciones en el extranjero con alto contenido de carbono.
Las importaciones aumentaron desde que los productores comenzaron a reducir la producción el año pasado, elevando la huella de carbono de los consumidores europeos hasta en 12 millones de toneladas anuales, según cálculos del grupo con sede en Bruselas.
“Cualquier reducción adicional de la producción europea de metales corre el riesgo de ser permanente, amenazando con pérdida de empleos y con impactos en cadena en una red compleja de cadenas de valor esenciales y estratégicas para la UE”, dijo Thiran.