Bloomberg — A medida que sube la temperatura y que el calor récord afecta diferentes regiones agrícolas europeas, la producción de leche y el rendimiento del maíz están disminuyendo, mientras que los pollos se ven obligados a tomar bebidas con electrolitos.
Francia, un peso pesado de la agricultura en el continente, corre el riesgo de batir récords de temperatura e incendios, mientras que el Reino Unido ha emitido su más severa advertencia de calor y registrado la temperatura más alta de su historia, mientras que la mitad de las granjas italianas están resecas. Todo ello agrava los problemas de los productores de alimentos, que en la primera mitad del año se enfrentaron a heladas, granizo y sequía.
Los riesgos para la cosecha de maíz son especialmente preocupantes en un momento en que los envíos a Europa se ven amenazados por la invasión rusa de Ucrania. Las interrupciones del suministro han hecho subir los precios, alimentando una oleada inflacionaria mientras los gobiernos se esfuerzan por aliviar la crisis del costo de la vida.
El climatólogo del agro de la firma francesa de agronomía y tecnología ITK, Serge Zaka señaló que “hay un problema tras otro” y agregó: “tenemos tensión por las temperaturas y por el agua. Los dos juntos son un problema mucho mayor que si solo fuera uno”.
La cosecha de maíz está en plena etapa de floración, vital para determinar los resultados. En consecuencia, las plantas son vulnerables, puesto que las condiciones meteorológicas adversas pueden disminuir el número de graneros que al final se llenan, reduciendo el suministro de alimentación para el ganado de la región.
Las estimaciones a inicios de este mes de la consultora Strategie Grains en cuanto a la producción de maíz en la Unión Europea se redujeron, mientras que el clima templado dificulta aún más las proyecciones, según Aurelien Blary, analista de cultivos. También están en peligro por las condiciones de calor y sequedad.
“Las previsiones meteorológicas no permiten ser optimistas”, dijo por teléfono Blary, y añadió que un signo positivo es la agilización de las cosechas de trigo provocada por el calor. En Francia, los agricultores están a medio camino cuando el año pasado apenas habían empezado.
El descenso de la producción de maíz ha provocado una mayor preocupación, ya que la UE suele importar grandes volúmenes de Ucrania, cuyos envíos siguen limitados por la invasión de Rusia. En julio, los futuros del maíz en París ya han subido un 11% y cotizan a un nivel récord para esta época del año. En los próximos 10 días, más de la mitad de la superficie de cultivo sufrirá una escasez de humedad, de acuerdo con Commodity Weather Group.
En la región inglesa de East Anglia, en la empresa Traditional Norfolk Poultry, el personal empieza temprano, hacia las 4 ó 5 de la mañana, para garantizar que su millón de pollos criados en libertad reciban alimentación fresca y estiércol a primera hora del día y que no se les moleste cuando aumenten las temperaturas. También explica el director general, Mark Gorton, que las aves reciben electrolitos en el agua, una solución salada parecida a las bebidas deportivas que las anima a beber más.
“Comenzamos a darles antes de que haga demasiado calor, para que estén bien hidratados”, indicó.
En las cercanías, en Suffolk, Andrew Blenkiron ha regado los cultivos de zanahorias, patatas y cebollas con un tercio más de agua de lo normal para hacer frente a las áridas condiciones. Si se suma el aumento del costo de la electricidad, la factura anual de riego de la granja que dirige puede ascender a 350.000 libras (US$419.000), frente a las 80.000 libras del año pasado. La producción de trigo de invierno se reducirá probablemente un tercio por debajo de lo normal.
Los cerdos también disponen de estanques para revolcarse al aire libre, explica Blenkiron. Las ovejas y el ganado vacuno reciben paja a medida que se van secando los pastizales en los que se alimentan.
En opinión de Amelia Caffarra, agrónoma de ITK, el estrés del ganado puede suponer una amenaza para las centrales lecheras. Cuando hace calor, las vacas producen menos leche y de menor calidad, mientras que el calor también puede provocar cambios en su equilibrio hormonal y perjudicar su fertilidad.
“Existe un desfase en el tiempo de recuperación”, afirmó. " Por eso la producción estará afectada seguramente por algunas semanas, aún después de la ola de calor”.
Con la ayuda de Charly Hancock.