Bloomberg — Los inversores han reducido su exposición al riesgo a niveles que no se vieron ni siquiera en la crisis financiera global de 2008, algo que muestra una capitulación total en medio de perspectivas económicas pesimistas, según una encuesta de Bank of America Corp (BAC).
Las expectativas de crecimiento y beneficios cayeron a un mínimo histórico, mientras que las de recesión se ubican en el máximo desde mayo de 2020, en el medio de la pandemia, indicaron en una nota los estrategas liderados por Michael Hartnett.
La asignación de inversores a acciones cayó a niveles vistos por última vez en octubre de 2008, y la exposición al efectivo subió a los niveles más altos desde 2001.
En tanto, el 58% de los gestores de fondos dijo que está tomando menos riesgos que lo usual. Esa cifra no fue tan baja ni en la crisis financiera global.
La encuesta de Bank of America, que incluyó a 259 participantes con US$722.000 millones bajo gestión durante la semana hasta el 15 de julio, dijo que ahora se considera que la alta inflación es el mayor riesgo de cola, seguida de una recesión mundial, bancos centrales restrictivos y eventos crediticios sistémicos.
Al mismo tiempo, la mayor cantidad de inversores desde la crisis financiera mundial apuestan a que la inflación será menor el próximo año, lo que significa tasas de interés más bajas, según la encuesta.
Los resultados de la encuesta destacan la fuga de los activos de riesgo este año, que ha llevado al índice S&P 500 a un mercado bajista y a las acciones europeas a su peor caída en seis meses desde 2008. Aunque vuelve a surgir el optimismo de que la inflación estadounidense podría estar llegando a su punto máximo, la percepción sigue siendo moderada y los riesgos en torno a una posible contracción económica siguen siendo altos. Una inminente crisis energética en Europa también se ha sumado a la incertidumbre.
Los estrategas de Bank of America dijeron que su indicador personalizado sigue estando en “máximo bajista”, lo que podría ser una señal contraria para un repunte a corto plazo.
“Los fundamentos de la segunda mitad de 2022 son malos, pero la percepción indica que las acciones y el crédito subirán en las próximas semanas”, escribieron los estrategas.
Las acciones estadounidenses han intentado recuperarse en julio después del peor primer semestre del S&P 500 desde 1970. Los escasos volúmenes después de la liquidación de este año han dejado al mercado propenso a oscilaciones rápidas y una medida muestra que el S&P 500 está en camino a su año más volátil desde la crisis financiera mundial.
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