Depreciación y temores, qué está pasando con el dólar y las monedas de LatAm

Las divisas latinoamericanas se apreciaron frente al dólar estadounidense en los primeros meses del año, pero la tendencia se empezó a revertir con fuerza en junio

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En los últimos días, la palabra “dólar” se convirtió en una de las principales tendencias de búsqueda en internet en países como Chile y Colombia, donde el billete verde no suele ser una obsesión, como ocurre en Argentina. Y es que las monedas latinoamericanas comenzaron a perder terreno frente al dólar estadounidense de manera notable, despertando temores de una mayor inflación en la región.

Esto no fue así durante todo el 2022. De hecho, entre enero y principios de abril el índice LACI, que sigue el desempeño de las principales monedas latinoamericanas frente al dólar, llegó a mostrar un fortalecimiento cercano el 10%.

En junio la tendencia se revirtió y el dólar tomó la delantera: ahora, al observar los movimientos que se dieron entre el 31 de diciembre y el cierre del 18 de julio, se puede determinar que la divisa estadounidense se apreció 4% respecto de la canasta de monedas latinoamericanas.

El quiebre producido a partir del sexto del mes del año está directamente relacionado con la decisión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Reserva Federal de los Estados Unidos de subir en 75 puntos básicos la tasa de interés referencial (a un rango de 1,50-1,75%) en un intento por frenar el creciente aumento de los precios en la mayor economía del mundo. Desde 1994, la Fed no resolvía un incremento tan amplio.

El banco central de EE.UU. ya había incrementado su tasa clave en marzo en un cuarto de punto, por primera vez desde 2018, dando inicio al ciclo alcista en busca de enfriar la economía y controlar la inflación más elevada en cuatro décadas. Sin embargo, el riesgo es que el endurecimiento monetario sea un golpe demasiado duro y lleve a una recesión.

Las previsiones del mercado avizoran que el banco central estadounidense seguirá subiendo su tipo de interés y posiblemente adoptaría una política monetaria aún más restrictiva. Y la historia marca que una Fed más dura en términos monetarios, con una tasa de interés al alza, encarece el costo del dinero y empuja a los capitales fuera de los mercados emergentes, dañando en el camino a la monedas de aquellas economías.

En ese sentido, el economista Santiago López Alfaro, presidente del broker argentino Patente de Valores S.A., relacionó el fortalecimiento del dólar frente a las monedas de Latinoamérica con lo que está sucediendo en Estados Unidos y su política monetaria.

Los períodos de alta inflación en EE.UU, con suba de tasas de la Reserva Federal (Fed) y recesión, suelen generar un ‘vuelo a la calidad’, es decir, un salida de los activos de riesgo, que perjudica a las monedas emergentes”, detalló López Alfaro.

Además, resaltó que en la primera parte del año las monedas no venían tan mal debido a que la invasión de Rusia contra Ucrania había hecho subir el precio de las materias primas o commodities, las cuales son producidas en muchos países de LatAm.

Si bien en las últimas tres sesiones algunas monedas latinoamericanas recuperaron algo de terreno, la tendencia de mediano plazo muestra a un dólar fortaleciéndose frente a las monedas de mercados emergentes.

Ahora bien, ¿qué pasa con el dólar estadounidense cuando miramos país por país? Bloomberg Línea elaboró un seguimiento de cómo se movió el dólar estadounidense en distintas partes de América Latina entre el 31 de diciembre y el 18 de julio, tomando como referencia los precios informados por Bloomberg.

Brasil

En Brasil, la principal economía de la región, el dólar aún está más barato que lo que estaba a fines de 2021.

La moneda estadounidense cotizaba en 5,58 reales por unidad al empezar 2022 y ahora se negocia en 5,44 reales. Es decir, el real se apreció un 2,5% frente al dólar en lo que va del año.

No obstante, hay que tener en cuenta que el 4 de abril, en el momento de mayor fortaleza de la divisa brasileña, cada dólar llegó a representar 4,59 reales.

“Nuestra visión de mercado de expectativas para el segundo semestre ya marcaba una depreciación de las monedas emergentes, incluidas el peso mexicano y el real brasileño, que son las más importantes de la región”, sostuvo el experto mexicano Jacobo Rodríguez, director de Análisis en Black Wallstreet Capital (BWC).

Rodríguez explicó que esta situación se debe principalmente, a los temores que se han incrementado respecto de que se llegue a concretar una recesión en los Estados Unidos y Europa y que haya una desaceleración económica profunda a nivel mundial. “Este incremento de los temores llevaría a que los inversionistas globales busquen activos de refugio”, detalló.

México

En la segunda mayor economía de Latinoamérica, el dólar cotiza en 20,47 pesos mexicanos, unos 6 centavos por debajo del valor que tenía al empezar el año.

Pero aquí también hubo un cambio de tendencia en los últimos meses, ya que el dólar había tocado un piso de 19,53 pesos mexicanos el 2 de junio.

Al igual que en Brasil, los temores a una recesión global golpearon a la moneda mexicana, “porque salen recursos de países emergentes y esos recursos se destinan a desarrollados, principalmente a Estados Unidos, donde el diferencial de tasas tiene algo que ver”, especificó Rodríguez.

El analista añadió que hasta el día de hoy la depreciación del peso mexicano no ha sido tan grande, “pero las expectativas marcan que se seguirá depreciando”.

De todas formas, el comportamiento es un tanto volátil y está influenciado también por otros factores como la entrada de miles de millones de dólares a México por remesas de trabajadores mexicanos enviadas desde EE.UU., y sus exportaciones manufactureras y petroleras, entre otros. En la última semana el dólar había tocado los 20,80 pesos y luego empezó a bajar.

Colombia y Chile

En la cuarta y quinta economía de Latinoamérica, el dólar empieza a preocupar al mercado. “Las monedas que más se depreciaron en la región en junio fueron el peso colombiano y el peso chileno, ya que retrocedieron 15,8%, 15% frente al dólar”, describe un informe de la sociedad de Bolsa argentina Balanz Capital.

El documento añade que la caída del cobre afectó en gran medida al peso chileno, “haciendo que la depreciación sea aún más pronunciada que en el resto de la región”.

Mientras que en Colombia, según el informe, “el peso se depreció debido a la incertidumbre política generada por las elecciones y a pesar del nombramiento de José Ocampo en el ministerio de Hacienda del presidente electo Gustavo Petro”.

Estos factores locales añaden condimentos extra a lo que sucede en el mundo, donde el dólar se aprecia a medida que la Reserva Federal incrementa su tasa de política monetaria.

En concreto, en Colombia el dólar lleva una apreciación frente a la moneda local cercana al 6% en lo que va del año. Había arrancado a un precio de 4061,80 pesos colombianos y hoy cuesta 4.308,83 pesos colombianos.

En tanto, en Chile el dólar lleva un salto del 11,78% frente a la moneda local durante este año.

Argentina, un caso aparte

En Argentina el dólar es controlado por el Banco Central, que lleva adelante una devaluación diaria (de centavos) para que la moneda no se retrase. En 2022, el dólar avanzó más de 25,1% frente al peso argentino. Y aun así, en términos reales, el peso se viene apreciando frente al dólar, ya que la inflación de este país está por encima de esa tasa de devaluación (36,2% a julio de 2022).

No obstante, en Argentina el dólar oficial tan solo es una referencia a nivel importaciones, ya que al haber represión cambiaria los agentes miran con mayor atención las cotizaciones paralelas.

Dólar en Perú

El fortalecimiento del dólar golpea, en mayor o menor medida, a todas las monedas emergentes, aunque algunas son más resilientes.

En Perú la divisa estadounidense cuesta 3,89 soles, cuando a principios de año valía 3,99 soles, lo que muestra una apreciación de la moneda local. No obstante, sucede algo parecido a Brasil y México: el dólar había caído a 3,64 soles a principios de abril, pero luego empezó a corregir.

Otras monedas de la región

  • En Bolivia el dólar sigue igual a como arrancó el año: en 6,90 bolivianos.
  • El dólar en Costa Rica se apreció casi 6% en 2022. Pasó de 642,27 colones el 31 de diciembre a los actuales 679,98 colones.
  • El dólar en Guatemala prácticamente no ha variado si se miran las puntas. Al 31 de diciembre de 2021 costaba 7,72 quetzales y hoy cuesta 7,74 quetzales.
  • El dólar subió un 0,4% a lo largo de este año frente a la moneda hondureña. Costaba 24,49 lempiras al principio del año y ahora se ubica en 24,59 lempiras.
  • En Nicaragua, el dólar lleva un avance de 1% en el acumulado de este año, pasando de 35,51 córdobas a 35,87 córdobas.
  • En Paraguay la moneda local se apreció 0,44% frente al dólar, ya que la divisa pasó de costar 6.876,90 guaraníes a 6.873,50 guaraníes.
  • En República Dominicana la moneda local se apreció casi 5% frente al dólar en 2022. Al empezar el año un dólar equivalía a 57,29 pesos dominicanos y hoy equivale a 54,45 pesos dominicanos.

Dólar rey

Según ha consignado Bloomberg, los fondos de cobertura y de los bancos de inversión desde Nueva York hasta Melbourne consideran que el rally del dólar tiene espacio para seguir creciendo y quienes se interpongan en su camino corren el riesgo de ser arrollados por su imparable fuerza.

Así lo demuestra el indicador Bloomberg de la moneda de reserva mundial, que amenaza con superar su punto máximo pandémico y tocar un nuevo récord.

Prueba de ello es que el dólar logró alcanzar la paridad exacta con el euro luego de 20 años.

En ese contexto, analistas coinciden en que puede ser sólo cuestión de tiempo para que cualquier factor, desde una Reserva Federal de línea dura hasta una recesión mundial, impulse al dólar a niveles mucho más altos.

De hecho, América Latina no es el único mercado emergente afectado: un artículo recientemente publicado en Bloomberg destaca que la incesante subida del dólar amenaza con desencadenar más salidas de las acciones de los mercados emergentes de Asia, arruinando las esperanzas de que la región se recupere en el segundo semestre.

El índice MSCI Asia ex-Japón ha caído un 20%, ya que los inversores extranjeros han retirado US$71.000 millones de los mercados bursátiles de las economías emergentes de Asia fuera de China en lo que va de año, lo que supone ya el doble de las salidas de 2021.