QUITO — Los bonos ecuatorianos se recuperan el martes y superan a la mayoría de sus pares de mercados emergentes, ya que los inversionistas encuentran una apariencia de estabilidad en un acuerdo mediado por la Iglesia entre funcionarios de Gobierno y líderes indígenas.
Los bonos en dólares de la nación sudamericana con vencimiento en 2035 habían subido alrededor de dos centavos a 40,5 centavos en lo que va de la semana, a primera hora del martes en Nueva York, recuperándose de sus mínimos desde que se emitieron en la reestructuración de la deuda de Ecuador en 2020. El cambio de rumbo se produce luego de que se resolvieran las demandas tras semanas de protestas a menudo violentas. El presidente Guillermo Lasso también confirmó sus planes de reducir el déficit e implementar las reformas acordadas con el Fondo Monetario Internacional.
“Puede ser una combinación de algunos pequeños aspectos positivos, como el acuerdo parcial con los líderes indígenas, las garantías sobre el compromiso del FMI, el precio del petróleo superior a US$100 por barril”, dijo Carlos de Sousa, gestor de cartera de Vontobel Asset Management en Zúrich. “Y quizá algunos inversionistas se sintieron más cómodos con estos precios tan bajos”.
Sin embargo, no todo el mundo está convencido de que el avance de esta semana marque una recuperación para Ecuador. La deuda del país es la tercera con peor rendimiento en América Latina este año, compitiendo con las caídas de El Salvador y Argentina. Los bonos de Ecuador han perdido cerca de un 37% en lo que va de 2022, según un índice de Bloomberg.
La incertidumbre se mantiene después de 18 días de protestas relacionadas con el alto costo de la vida. Aunque Lasso sobrevivió a un intento de destitución el mes pasado, los inversionistas siguen preocupados sobre si podrá terminar su mandato presidencial. Además, los disturbios dieron lugar a una reestructuración del gabinete. El nuevo ministro de Economía y Finanzas, Pablo Arosemena, visitará Washington esta semana para reunirse con el FMI, el Banco Mundial y el Banco Internacional de Desarrollo.
“El mercado está capitulando”, dijo Nathalie Marshik, directora gerente de Stifel Nicolaus & Co. en Nueva York. “Los bonos se cotizan peor que cuando pensábamos que Arauz y los correístas volvían al poder, pero no hay nada que incumplir este año y el próximo”.