Bloomberg — Una interrupción del suministro de gas ruso a la Unión Europea podría reducir el Producto Interno Bruto del bloque hasta en un 1,5% en caso del que el próximo invierno sea muy frío y la región no tome medidas de prevención para ahorrar energía, según nuevos cálculos.
La Comisión Europea se prepara para advertir que, en caso de un invierno regular, un corte de los envíos de gas desde Moscú reduciría el PIB entre un 0,6% y un 1%, dice el borrador de un documento de la UE visto por Bloomberg News. El brazo ejecutivo de la UE está planeando realizar una serie de recomendaciones a los Estados miembros (que incluyen reducciones del uso de la calefacción y la refrigeración y algunas medidas basadas en el mercado) para mitigar el impacto de una posible interrupción total por parte de Rusia, su mayor fuente de importaciones.
“Una respuesta coordinada de la UE antes del invierno y solidaria entre los Estados miembros limitaría el impacto negativo sobre el PIB y el empleo de una posible interrupción importante”, dijo la Comisión en el proyecto de documento, titulado “Ahorrar gas para un invierno seguro”. Calcula que tomar medidas tempranas para reducir la demanda en caso de un invierno promedio podría limitar el impacto negativo de una suspensión del suministro de gas en el PIB al 0,4%.
El mayor reto de la UE este invierno es garantizar reservas de gas suficientes para hacer frente a los máximos de demanda de calefacción y electricidad. Aunque los niveles de almacenamiento del año pasado fueron 10 puntos porcentuales menos que en el periodo 2016-2018, actualmente están en línea con el promedio histórico, por encima del 63%, es decir, 46 días de consumo invernal, según el documento de la UE, que aún puede cambiar antes de su publicación fijada para el miércoles.
La UE teme que Rusia decida cortar el suministro energético al bloque en represalia por las múltiples rondas de sanciones por la guerra en Ucrania. Actualmente el gasoducto Nord Stream 1 está cerrado para labores de mantenimiento. El oleoducto sólo fluía a un 40% de su capacidad antes de que comenzaran las reparaciones, y no se sabe a qué volumen podría reanudar esta semana.
Las simulaciones realizadas por la Comisión y los operadores del sistema de gas muestran que un corte de las importaciones rusas en julio significaría que las reservas de la UE se llenarían al 65-71% a principios de noviembre, por debajo de la meta del 80%. Esto indica un déficit de 30.000 millones de metros cúbicos de gas durante el invierno en condiciones meteorológicas normales y un suministro de gas natural licuado continuamente elevado, lo que implica un riesgo muy alto de que el almacenamiento se quede vacío en varios Estados miembros en abril de 2023, según el proyecto.
“Suponiendo que los mercados internacionales de gas sigan siendo estrechos, la reposición de los almacenamientos en el verano de 2023 sería muy difícil y eso, a su vez, perjudicaría los preparativos para la siguiente temporada de invierno”, dijo la comisión. “Los niveles de llenado de los almacenes en octubre de 2023 serían sólo del 41%”.
Los recortes de los envíos rusos han afectado a 12 Estados miembros y han llevado a Alemania a elevar su alerta de riesgo de gas al segundo nivel de “alarma” el mes pasado. Los flujos globales procedentes de Rusia en junio fueron inferiores al 30% de la media de 2016 a 2021, según el documento.