Mercado accionario con poco volumen puede dar un vuelco en cualquier momento

La semana pasada, el volumen de operaciones en las bolsas de EE.UU. cayó a su nivel más bajo del año

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Bloomberg — La salida de muchos inversores institucionales del mercado de valores de los Estados Unidos este año lo ha dejado sensible y propenso a rápidas oscilaciones. Una prueba de ello ocurrió este lunes en Nueva York después del mediodía, cuando el S&P500 se desplomó en cuestión de minutos, en una sesión que aparentaba ser el segundo día de alza.

El colapso del mercado se atribuyó a la gigante tecnológica Apple Inc. (AAPL) que informó de una ralentización de sus contrataciones, pero este año, este tipo de oscilaciones se han vuelto habituales.

El lunes, el índice referencial borró una ganancia del 1%, unas dos semanas después de que eliminara una caída del 2%. Es la décimo séptima ocasión desde enero que el S&P 500 revierte un movimiento intradía de al menos el 1%, apuntando a registrar el año más volátil desde la crisis financiera mundial, según esta medida.

Los inversores están librando un “tira y afloja” que sopesa las perspectivas de una recesión económica frente a lo que se están convirtiendo en valoraciones más sólidas donde pueden haber sido consideradas muchas malas noticias, según Adam Phillips, director gerente de estrategia de cartera de EP Wealth Advisors. Por tercera vez este mes, el S&P 500 rebotó por encima de 3.900, pero no pudo mantenerse.

“Se ha observado una moderada recuperación desde los mínimos de junio, no obstante, creemos que seguimos en una tendencia bajista”, señaló Phillips. “Se puede aspirar a algo mejor, pero la realidad es que los inversores están peleando una ardua batalla aquí en espera de que las proyecciones de ganancias se acomoden y la inflación se contenga”.

La renta variable ha perdido hasta US$15 billones durante la racha bajista, y los especuladores profesionales han recortado su exposición a mínimos de varios años.

La mejor ilustración de este drástico cambio de posición son los datos de los clientes de JPMorgan Chase & Co. (JPM), correspondientes a los fondos de cobertura que realizan apuestas alcistas y bajistas en renta variable. A comienzos del año pasado, el apalancamiento del grupo en la cartera larga se ha hundido hasta el 5% inferior de un rango histórico, tras haberse situado en el nivel más alto posible. Simultáneamente, sus posiciones cortas han pasado del nivel más bajo de exposición al percentil 70.

En opinión de los analistas de JPMorgan, entre los que se encuentra John Schlegel, este posicionamiento tan ligero es uno de los motivos por los que el mercado ha reaccionado como un latigazo a datos como el informe sobre la inflación del pasado miércoles, que fue sorprendentemente alto. El miércoles, los futuros del S&P 500 se hundieron inicialmente casi un 2%, antes de revertir la pérdida y cerrar con una ligera caída. Una reacción similar fue la de los bonos del Tesoro, que subieron y luego bajaron.

“Esta ausencia de una mayor venta de acciones y una reacción silenciosa de las tasas puede indicar que los inversores están tratando de reducir activamente el riesgo”, escribió Schlegel en una nota. “La posición ya baja puede ser en parte la causa de la relativamente baja rotación” por parte de los fondos de cobertura.

En otras partes del mercado hay señales de que la convicción está decayendo. Los operadores se han mostrado renuentes a realizar grandes apuestas antes del grueso de la temporada de reportes de resultados y de la reunión de política monetaria de la Fed, que tendrá lugar a fin de mes. La semana pasada, el volumen de operaciones en las bolsas cayó a su nivel más bajo del año.

“Estamos en la temporada de resultados y el estado de ánimo es pésimo”, dijo el estratega de Wells Fargo Securities, Chris Harvey. “El mercado está buscando pruebas tangibles de la compresión de los márgenes, la retracción de los consumidores, la recesión, la tensión de los consumidores de gama baja y las reducciones de beneficios, por nombrar algunas”.

Con la asistencia de Melissa Karsh.