Bloomberg — El director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) advirtió que Europa debe reducir drásticamente el consumo de gas natural en los próximos meses para prepararse para lo que probablemente será “un invierno largo y duro”.
Los envíos desde Rusia, el proveedor principal, siguen siendo muy inciertos, y no se descarta un corte total, aún y cuando la Unión Europea (EU) ha hecho algunos progresos en la diversificación fuera de este país, dijo el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol.
La advertencia de Birol, quien asumió el mando de la AIE en septiembre de 2015, llega en un momento en el que una fuerte ola de calor agrava la peor crisis energética de Europa en décadas, causando que la generación de gas se presente ante una demanda excesiva para mantener frescos los hogares y las empresas.
El suministro de electricidad está escaseando, dado que el aire caliente reduce la energía eólica, el aumento de la temperatura del agua dificulta la producción de las centrales nucleares y el descenso del nivel de los ríos interrumpe el suministro de carbón a las centrales.
Depender de proveedores de gas alternativos no será suficiente. Según la AIE, es necesario ahorrar 12.000 millones de metros cúbicos más en los próximos tres meses, o el equivalente a unos 130 buques cisterna de gas natural licuado (GNL). Aunque Noruega y Azerbaiyán envíen todo lo que puedan, las entregas del norte de África se acercan a los niveles del año pasado y las importaciones de GNL ya están en niveles récord, según Birol.
“El primer paso inmediato para llenar los depósitos de gas europeos hasta niveles adecuados antes del invierno boreal es reducir el consumo actual de gas en Europa y almacenar el gas ahorrado. Algo de esto ya está ocurriendo debido a los elevados precios del gas, pero se necesita más”, dijo. “Se necesitan reducciones adicionales significativas para preparar a Europa para un duro invierno que se avecina”.
Incluso si Europa consigue llenar sus depósitos al 90%, sigue existiendo un “mayor riesgo de interrupción del suministro si se produce un corte total de Rusia”, dijo Birol. Los riesgos son aún mayores si los flujos rusos se detienen antes de que la región haya conseguido asegurar ese umbral, dijo.
Para evitar los drásticos recortes de gas de este año, la AIE propone estas medidas que los líderes de la UE deben adoptar de forma coordinada:
- Plataformas de subasta para incitar a los usuarios industriales de la UE a reducir su demanda
- Reducir el uso de gas en el sector eléctrico potenciando temporalmente la generación de carbón y petróleo, así como la nuclear
- Esfuerzos combinados entre los operadores de gas y electricidad, como “una cooperación estricta en el funcionamiento de las centrales térmicas a nivel nacional y europeo”
- Reducir la demanda de electricidad de los hogares estableciendo normas y controles de refrigeración. El gobierno y los edificios públicos deberían tomar la iniciativa en este sentido, mientras que las campañas deberían fomentar cambios de comportamiento entre los consumidores
- Actuación unificada en materia de planificación de emergencias en toda la UE
La UE planea este miércoles una serie de acciones urgentes en toda la economía (que incluyen reducciones en el uso de la calefacción y la refrigeración y algunas medidas basadas en el mercado) para mitigar el impacto de un posible corte del suministro de gas por parte de Rusia.