Bloomberg — El precio de la tonelada de cobre cayó a un mínimo de 20 meses este viernes, a medida que los temores de una recesión global impactan la demanda del metal, considerado un barómetro económico debido a sus múltiples usos.
El metal cayó hasta un 3%, por debajo de los US$7.000, y se ubica un 35% por debajo de su récord de hace 4 meses, cuando los inversores se preocupaban de la posibilidad que la invasión rusa de Ucrania alterara los suministros de un mercado ya tenso.
Ahora, no obstante, el foco ha cambiado a las preocupaciones sobre la demanda. China, que representa la mitad del consumo de cobre global, está teniendo dificultades a la hora de lidiar con los confinamientos de Covid-19, mientras que Europa se enfrenta a una crisis energética. Eso mientras los bancos centrales aumentan sus tasas de interés para combatir la inflación.
“Lamentablemente, es difícil tratar de encontrar un piso para el cobre”, dijo en una entrevista telefónica Phil Streible, jefe de estrategia de mercado de Blue Line Futures LLC. “China, las tasas de interés, los temores de recesión y los problemas de las cadenas de suministro aún están ahí”.
El cobre ha caído un 28% este año, dirigiéndose a la mayor caída anual desde 2008, el punto álgido de la crisis financiera. El descenso forma parte de una venta más amplia de los metales industriales, la mayoría de los cuales también retrocedían este viernes.
Goldman Sachs Group Inc. (GS) pronosticó esta semana que el cobre cotizará a US$6.700 en los próximos tres meses, lo que supone una rebaja del 22% respecto a su anterior previsión. El banco dijo que la subida del dólar seguirá siendo un viento en contra hasta que los riesgos macroeconómicos disminuyan.
Rio Tinto Group, uno de los principales proveedores de cobre y la segunda minera del mundo, se sumó a las advertencias sobre la economía mundial. Afirmó que los vientos en contra en China eran “considerables” y que la presión sobre las cadenas de suministro mundiales tiene que ceder de forma significativa antes de que las presiones inflacionistas se suavicen.
La economía china creció el pasado trimestre al ritmo más lento desde que el país se vio afectado por la pandemia hace dos años, lo que pone de manifiesto el impacto de un enfoque de Cero Covid y una prolongada contracción del sector inmobiliario. Los datos del viernes no mostraron ninguna señal de mejora en la caída de la inversión inmobiliaria en China, que está minando la confianza en un sector clave para la demanda de metales.
La caída de los precios de los metales también está presionando a las empresas mineras. Las acciones del productor de cobre Freeport-McMoRan Inc. han caído un 40% este año, mientras que Rio Tinto, BHP Group y Glencore han bajado en las últimas semanas.
Goldman Sachs advirtió que el aumento de los costos está haciendo que unas 300.000 toneladas de la capacidad mundial de las minas de cobre no sean rentables. La capacidad que era rentable a US$6.270 la tonelada hace un año, ahora no será rentable a US$7.500.
Otros metales básicos, como el níquel y el zinc cayeron al menos un 1,5% el viernes. El índice de los seis principales metales de la Bolsa de Metales de Londres (LME) ha bajado un 23% este año hasta el jueves. Los precios del acero de referencia en Estados Unidos han caído un 37%, mientras que el mineral de hierro ha bajado un 20% en Singapur.