Bloomberg — Los precios pagados a los productores estadounidenses aumentaron por encima de las expectativas en junio, lo que indica que las empresas continuaron enfrentando fuertes presiones inflacionarias antes de una reciente caída en los costos de los productos básicos. No obstante, también hay algunos signos de presiones que comenzaron a enfriarse y que eventualmente podrían llevar alivio a los consumidores.
El índice de demanda final de precios del productor (IPP) aumentó un 11,3% desde junio del año pasado y un 1,1% intermensual, según mostraron los datos Departamento del Trabajo publicados el jueves. Eso siguió a las revisiones al alza de las cifras de mayo. Las tres cuartas partes del avance del mes pasado se debieron a bienes, particularmente energía. Tres cuartos del avance lo explicaron los aumentos en alimentos y energía.
Excluyendo esos dos componentes, el IPP subyacente subió un 0,4% con respecto al mes anterior y aumentó un 8,2% frente al año previo.
Las previsiones medianas arrojadas por una encuesta de Bloomberg a economistas apuntaban a un aumento interanual del 10,7% para el IPP general y un avance mensual del 0,8%.
Si bien las cifras muestran que las presiones persisten, los productores están comenzando a encontrar algo de alivio a medida que los precios de los productos básicos retroceden debido a las preocupaciones sobre las perspectivas de la demanda. Durante las últimas semanas, los indicadores de alimentos, materias primas industriales y petróleo han caido fuertemente.
No obstante, es probable que pasen meses antes de que la inflación se modere para los hogares. Un informe del miércoles mostró que los precios pagados por los consumidores aumentaron un 9,1% en el año hasta junio, el ritmo más rápido en cuatro décadas. Si bien los costos minoristas de la gasolina y los alimentos pueden caer, los precios de muchos servicios, como los alquileres, podrían permanecer elevados durante más tiempo.
Es probable que el amplio incremento en el índice de precios al consumidor fortalezca la resolución de los banqueros centrales de la Fed para aumentar las tasas agresivamente, a pesar de algunas señales iniciales de que la inflación al productor se moderará.
La energía impulsó el aumento del IPP de junio, con un incremento del 10% respecto del mes anterior. El costo de la gasolina subió un 18,5%.
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