Bloomberg — La Unión Europea está planeando un conjunto de medidas urgentes que atraviesan a toda la economía, entre ellas reducciones en el uso de calefacción y refrigeración, y algunas medidas basadas en el mercado, para mitigar el impacto de un posible corte del suministro de gas natural por parte de Rusia, su principal fuente de importaciones
La Comisión Europea, el brazo ejecutivo del bloque de 27 naciones, ve un riesgo considerable de que Moscú detenga los envíos de combustible este año de manera abrupta y unilateral, según el borrador de un documento visto por Bloomberg News. Para prepararse para este escenario, la comisión planea recomendar medidas adicionales que la región debería considerar para frenar el consumo de gas y reducir los costos futuros para las empresas y los consumidores.
“Actuar ahora podría reducir el impacto de una interrupción repentina del suministro en un tercio”, dijo la UE en el documento, que aún está sujeto a cambios antes de su adopción, que se espera tenga lugar el 20 de julio. “Independientemente de una interrupción total a corto plazo, una acción conjunta temprana a nivel de la UE en este momento crítico del proceso de llenado del almacenamiento reducirá la necesidad de una posible reducción más difícil de la demanda más adelante en el invierno, en caso de interrupción de los flujos desde Rusia”.
El mayor desafío de la UE este invierno es garantizar que haya suficientes reservas de gas para superar la demanda máxima de calefacción y energía. Esas acciones también sirven como un amortiguador que permite que el gas se mueva a través de las fronteras dentro del bloque para garantizar que todos los países miembros tengan suficiente suministro.
Las simulaciones realizadas por los operadores del sistema de gas de la Unión Europea muestran que, en caso de una interrupción total a partir de julio, el almacenamiento podría alcanzar niveles de solo entre un 65% y un 71% a principios de noviembre, significativamente por debajo del objetivo del 80%, según el documento. Si ocurriera una interrupción en una etapa posterior, en octubre o en los meses siguientes, el riesgo de una brecha sería menor, pero habría menos tiempo para lidiar con la situación.
Los flujos generales de Rusia ahora son de menos del 30% del promedio de 2016 a 2021, según el documento. Las restricciones en los envíos rusos afectaron a 12 Estados miembros y llevaron a Alemania a elevar el mes pasado su alerta de riesgo de gas al segundo nivel más alto de “alarma”.
Si bien las normas de seguridad del gas de la UE protegen a grupos de consumidores específicos, como hogares u hospitales, también allanan el camino para que los Gobiernos den prioridad a ciertas centrales eléctricas de gas críticas. La comisión planea recomendar que, al hacerlo, los Estados miembros deberían considerar un conjunto de criterios, centrándose en el impacto en las cadenas de suministro, la competitividad y la provisión de productos y servicios esenciales para la economía.