Bloomberg — El FMI ha anunciado que volverá a recortar las previsiones de crecimiento económico mundial debido a las repercusiones de la invasión rusa a Ucrania, los confinamientos a causa de la pandemia en China y el aumento de la inflación.
Las previsiones para 2022 y 2023 serán rebajadas este fin de mes cuando el Fondo Monetario Internacional publique su Actualización de Perspectivas de la Economía Mundial (WEO, por sus siglas en inglés), escribió la directora gerente Kristalina Georgieva en un publicación de blog el miércoles, sin dar cifras concretas.
“El panorama sigue siendo extremadamente incierto”, escribió. " Será un 2022 difícil, y probablemente un 2023 todavía más difícil, con un mayor riesgo de recesión”, dice Georgieva en la publicación.
La reactivación mundial de la pandemia se ha visto afectada por el encarecimiento de las materias primas a raíz de la guerra de Ucrania (no obstante, ahora los precios están cayendo de manera constante) y la ralentización de China en medio de los continuos cierres por Covid-19. El aumento de la inflación también está obligando a los responsables de formular políticas a subir las tasas de interés con el objetivo de frenar el crecimiento de los precios, aunque se corre el riesgo de que las economías entren en recesión.
Esta alerta llega después de que en abril el FMI redujera la previsión de expansión mundial para este año al 3,6%, en contraste con el 4,4% que se estimaba antes de la guerra en Ucrania. Se produce también antes de la reunión de esta semana de los ministros de finanzas y los banqueros centrales del Grupo de los 20.
“El panorama económico mundial se ha oscurecido notablemente, al tiempo que la inflación sigue siendo elevada”, dijo el FMI en una nota relacionada, agregando que los últimos indicadores sugieren un segundo trimestre “muy débil”.
Las observaciones de Georgieva respecto al producto interno bruto ocurren al día siguiente de haber dado la alarma sobre una crisis mundial de la deuda en formación, a medida que los bancos centrales suben las tasas de interés para contener la inflación, incrementando los costos del servicio de la deuda para las naciones vulnerables.
Paralelamente, el Fondo Monetario Internacional rebajó sus previsiones sobre el producto interno bruto de EE.UU. para el presente año y el próximo, con la advertencia de que el aumento de la inflación supone un “riesgo sistémico” tanto para el país como para la economía mundial.
