San Pedro Sula — Con una deuda superior a los 75.000 millones de lempiras (HNL), US$3.059 millones, la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee), monopolio eléctrico estatal, representa uno de los mayores agujeros fiscales de Honduras.
Tal situación se traduce en un servicio de energía eléctrica poco confiable, con tarifas altas para los consumidores y con 1.5 millones de hondureños excluidos del servicio, según la Secretaría de Energía.
La crisis del subsector eléctrico es producto de diferentes factores, pero mayormente de las altas pérdidas de energía eléctrica que entran al sistema de distribución.
Unas 83.691 viviendas pudieron haber sido abastecidas durante todo el año con la electricidad que Honduras perdió en los sistemas de transmisión y distribución antes de la pandemia, que significó un 29.31% respecto de la oferta total, estimó la Organización Latinoamericana de Energía (Olade).
Lejos de una mejora, en los años siguientes el indicador siguió creciendo, hasta un 38%, ubicando al país con el segundo porcentaje más alto después de Haití (58.70%, Olade 2019), dijo el secretario de Energía, Erick Tejada.
Un plan para reducir las pérdidas
En busca de una solución, autoridades de Gobierno lanzaron días atrás el Programa Nacional para la Reducción de Pérdidas, “para atacar agresivamente las pérdidas tanto técnicas como no técnicas”, agregó Tejada.
En criterio del funcionario, la iniciativa supone “la última oportunidad para salvar la Enee”, que ante el nivel de crisis solo existían dos caminos: “uno era irse por el de la privatización, el desmembramiento y por la liberalización total del mercado energético, y el otro es el que hemos tomado, es el rescate de la empresa como patrimonio nacional”
El programa, para la cual han planteado “metas ambiciosas”, tendrá la colaboración de otras dependencias del Estado, como Defensa, Seguridad y del Ministerio Público, que apoyará en el esfuerzo del Gobierno de la presidenta Xiomara Castro de reducir en ocho puntos porcentuales las pérdidas técnicas y no técnicas en el primer año.
Al ser un desafío que ha crecido en las últimas dos décadas, las administraciones pasadas ya habían desarrollado estrategias en aras de mejora. Uno de las tantas acciones vino del contrato que la Enee firmó en 2016 con el consorcio de capital hondureño-colombiano Empresa Energía Honduras (EEH) para reducir las pérdidas de electricidad, disminuir saldos no pagados y aumentar la inversión en la actividad de distribución.
“En el primer año de EEH, cuando se hicieron las inversiones más o menos como correspondía, hubo una rebaja de cuatro puntos (en las pérdidas técnicas y no técnicas), pero a partir de allí vuelve la tendencia creciente”, dijo Tejada.
En los años siguientes, la EEH no ha cumplido con sus compromisos contractuales, según muestran los reportes de auditoría de la consultora canadiense Manitoba Hydro International. A ello, se suma una serie de disputas legales entre la concesionaria y el Gobierno que ha llevado a demandas millonarias de una parte a la otra.
Los alcances del plan nacional
De acuerdo con Tejada, si en el primer año consiguen reducir un 8% las pérdidas técnicas y no técnicas, representaría en flujo de dinero aproximadamente 3,300 millones de lempiras, US$134 millones.
Para ello, los funcionarios han planteado un cronograma que incluye en primera instancia revisar y normalizar 33 circuitos para alcanzar hasta un 4.18% en reducción de pérdidas.
El secretario de Energía aseguró que tales circuitos ya están “identificados y perfectamente georeferenciados y entendemos con claridad a que circuitos hay que ir atacar para reducir estos primeros 4.18% de pérdidas que serían parte del 8% total de las pérdidas del primer año”.
En esa línea, las autoridades identificaron que hay una mora de más de 450.000 medidores de energía, mismos que serán instalados en los primeros doce meses del programa.
“También revisaremos 8.000 instalaciones de medianos y altos consumidores. El primer año la meta esta trazada en 2.992 medianos y altos consumidores que facturan aproximadamente 950 millones de lempiras, US$38.76 millones, al mes y en energía estamos hablando de 179.130 megavatios hora”, explicó Tejada.
Como complemento al programa de reducción de pérdidas, también están trabajando con el apoyo de la República de China (Taiwán) en la instalación de 3.5 millones de focos ahorradores.
Inversiones para su ejecución
Para la ejecución del programa nacional el Gobierno invertirá en los primeros doce meses unos 3.400 millones de lempiras, US$138 millones, en el área de distribución y 1.855 millones de lempiras, US$75 millones, en transmisión.
El último monto corresponde a seis proyectos que las autoridades consideran prioritarios: Zamorano-Danlí-Chichicaste-Patuca, la línea de transmisión Juticalpa-Talanga, Telica-San Francisco de la Paz, La Entrada-Santa Rosa de Copán, Negrito-Yoro-Arenales y dos transformadores de potencia en la subestación de El Progreso.
“Recordemos que las inversiones en transmisión no son tan fáciles de hacer, no es como que vamos a ver el resultado en tres meses. Hay que construir líneas de transmisión, transformadores que son diseñados y que su proceso de manufactura es largo, por ende estos resultados los estaremos viendo en dos o tres años”, estimó Tejada.
Las pérdidas de electricidad del país en 2021 son comparables a secciones enteras del presupuesto del Gobierno de Honduras para ese año: 40% de educación, 70% de salud y cerca 180% de seguridad, reveló la oenegé Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ).