Bloomberg — Los consumidores estadounidenses redujeron sus gastos con tarjeta de crédito en junio, lo que señala otro mes de debilidad en las ventas al por menor en el país., según los datos de grandes bancos.
Según los economistas de Barclays (BCS), encabezados por Pooja Sriram, las cifras internas de tarjetas de crédito del banco indican que las ventas minoristas podrían haber disminuido un 0,4% el mes pasado. Ello implicaría un segundo descenso mensual consecutivo. “Los datos más recientes sugieren que el consumidor estadounidense podría estar empezando a recortar el gasto”, escribieron este lunes en una nota de investigación. Eso nos ha “hecho cuestionar si una desaceleración más brusca del gasto del consumidor está a la vista”.
En tanto, Bank of America (BAC) señaló que sus propios datos apuntan a un aumento del 0,3% en el gasto por hogar durante el mes. Los economistas de BofA señalaron que los precios de la gasolina, que alcanzaron un récord en junio, están forzando a los consumidores a recortar otros gastos. “La información de las tarjetas sugiere que existe el riesgo de que el gasto real (ajustado a la inflación) de los consumidores se reduzca por segundo mes consecutivo”, escribieron en un informe el lunes.
El gasto de los consumidores representa cerca de dos tercios de la economía estadounidense y los datos de las ventas minoristas de junio, que se publicarán el viernes, se observarán atentamente en busca de señales de amenaza de recesión. La medición de las proyecciones de los analistas en una encuesta de Bloomberg indica un aumento del 0,9% con relación al mes anterior.
Con la inflación más alta de las últimas cuatro décadas, el aumento de los costos de productos básicos como los alimentos y la energía hace que los hogares dispongan de menos dinero para gastar en otros bienes y servicios. La Fed intenta frenar los precios con un agresivo ciclo de subidas de tasas de interés, dirigido a calmar la demanda de los consumidores.
De acuerdo con el modelo de Barclays, el gasto de las tarjetas de crédito en las estaciones de gasolina se incrementó, mientras que disminuyeron los gastos en automóviles, salud y productos en general.