Bloomberg — Los vehículos eléctricos, necesarios para controlar las emisiones del sector del transporte, están aumentando su cuota de mercado. Sin embargo, el cambio de los sistemas de propulsión por sí solo no es la forma más eficiente de alcanzar el objetivo de cero emisiones netas.
Un componente importante para ello será moderar el uso de los autos e incentivar otras formas de transporte, como la micromovilidad.
Hace poco asistí a Micromobility Europe, una conferencia dedicada a los a todo tipo de vehículos eléctricos pequeños. Una de las cosas que hace que este evento sea tan divertido es la oportunidad de montar o conducir el hardware más nuevo.
Mientras que empresas de micromovilidad compartida como Bird, Lime, Tier y Voi aparecen a menudo en los titulares de las noticias, muchas empresas prometedoras están diseñando ahora dispositivos para la propiedad personal.
Esto plantea el reto de adaptar las capacidades de los scooters a las características personales y al estilo de vida de las personas, de forma similar a lo que ocurre con los automóviles: algunos prefieren una camioneta, otros un auto compacto que sea más fácil de maniobrar y aparcar.
No hay un scooter que domine el mercado, pero los mejores tienen un buen rendimiento en al menos una de las categorías clave que he denominado las cuatro “S”.
Sostenibilidad
Los primeros en adoptar la micromovilidad suelen tener conciencia medioambiental. Aunque las emisiones derivadas del uso de los scooters son minúsculas en comparación con muchas otras formas de transporte, los críticos han dicho que los scooters son equipos desechables que acaban en la chatarra en cuanto tienen un pequeño defecto. El fabricante estonio de e-scooters Aike quiere desafiar esa percepción con su gama de dispositivos diseñados para ser duraderos y reparables. Los scooters tienen una garantía de 10 años y otra de cinco años para la batería. El 42% de las piezas utilizadas son recicladas y el 92% del scooter puede reciclarse a a hora de retirarlo.
Style (estilo)
Para aumentar la adopción es necesario ganarse el corazón de los consumidores. Una forma es diseñar un producto de aspecto atractivo por el que el propietario pueda sentir el mismo sentimiento de orgullo que tiene con su auto. El M, un nuevo scooter de la empresa británica Bo, es un producto elegante diseñado por ingenieros de la Fórmula 1 y de la industria automotriz. Tiene un chasis de aluminio, seguimiento por GPS y predicción de la autonomía basada en la inteligencia artificial.
Simplicidad
¿Cambiar todo o parte de su rutina de transporte de cuatro a dos ruedas le complica mucho la vida? Taur, una empresa con sede en Reino Unido que tiene el foco puesto en el mercado estadounidense ha desarrollado un scooter plegable compacto y atractivo que se puede guardar fácilmente. El diseño se ve reforzado por una característica tan sencilla como eficaz: el conductor puede orientarse en el sentido de la marcha gracias a unos reposapiés que se despliegan desde el centro del scooter. El centro de gravedad más bajo también significa que el cuerpo del scooter no tiene que ser tan largo como otros diseños.
Smarts (inteligentes)
Las empresas que he mencionado hasta ahora son startups en fase inicial, pero hay compañías más consolidadas que trabajan en productos innovadores. Segway-Ninebot es a la industria de los scooters lo que Ford, Volkswagen y Toyota son a la del automóvil. Uno de los últimos que ofrecen es el s90L. Aunque está diseñado para flotas de scooters compartidos, pone de manifiesto la cantidad de características avanzadas que se están añadiendo a los vehículos pequeños. Viene equipado con una cámara ojo de pez que permite la detección de peatones y carriles de bicicleta, y puede grabar imágenes con fines antirrobo y antivandalismo. Algunas de estas características pueden ser superfluas en los dispositivos de propiedad privada, pero algunas también pueden aliviar los puntos de dolor que hay detrás de la adopción de la micromovilidad.
Incluso un scooter que sea excepcional en las cuatro categorías no podrá ganarse a todos los consumidores. Ni debería hacerlo. Los scooters no son para todos los consumidores ni para todos los viajes. Sin embargo, los scooters eléctricos están mejorando rápidamente y serán una herramienta importante para abordar la calidad del aire urbano y las emisiones del transporte por carretera.
