Bajos niveles de agua en el río Rin podría agravar la crisis energética en Europa

Una ola de calor ha reducido partes del río, la vía fluvial más importante de Europa occidental, a los niveles estacionales más bajos en al menos 15 años

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Bloomberg — Los niveles de agua en el río Rin están reduciéndose de nuevo. Pero esta vez pone en riesgo los esfuerzos del continente para impulsar su seguridad energética.

Una ola de calor ha reducido partes del río, la vía fluvial más importante de Europa occidental, a los niveles estacionales más bajos en al menos 15 años. Ello podría afectar al suministro de todo tipo de productos, desde el carbón hasta el petróleo, en un momento en el que la región se está apresurando para acumular suministros energéticos de cara al invierno.

“Los bajos niveles de agua en el Rin significan que las barcazas no pueden cargar carbón de vapor a plena capacidad” para las centrales eléctricas en Alemania, dijo Guillaume Perret, fundador de la consultoría energética Perret Associates. “Esto podría ser un doble golpe para las empresas de servicios públicos alemanas, considerando que ya se enfrentaban a una escasez de barcazas”.

Por ahora, la mayoría de las empresas de servicios públicos tienen amplias reservas, aunque eso podría cambiar si la situación se prolonga hasta finales del próximo mes, añadió.

Europa sufre la peor crisis energética de las últimas décadas, en medio de las crecientes tensiones con Moscú por su invasión de Ucrania. Rusia, uno de los principales proveedores de gas natural, ya ha cortado el suministro a varios países, y es posible que se produzcan más interrupciones. El conflicto ha alterado los flujos comerciales, y los países están buscando fuentes de combustible alternativas.

Hay pocos lugares donde esto es más evidente que en el Rin, una arteria de aproximadamente 1.288 kilómetros que va desde Suiza hasta el Mar del Norte. Es una ruta vital para la entrega de mercancías desde los bulliciosos puertos de Ámsterdam, Rotterdam y Amberes a los compradores del interior de Europa.

El nivel del agua en Kaub, un punto de estrangulamiento cerca de Fráncfort, está en el nivel estacional más bajo desde al menos 2007, según datos de la administración alemana de vías navegables. La situación es similar cerca de Duisburgo y Dusseldorf.

Las épocas de sequía complican ocasionalmente el tráfico en el Rin, obligando a los barcos a transportar cargas más pequeñas. Un barco con 2.500 toneladas de capacidad de carga de diésel en la región de Rotterdam que navega más allá de Kaub sólo puede cargar unas 1.600 toneladas de producto, según informó esta semana la correduría marítima Riverlake.

“Si hay niveles bajos de agua, en combinación con suministros limitados de diésel, algunos tanques de almacenamiento en Alemania podrían agotarse, ya ocurrió antes”, dijo Jelle Vreeman, corredor senior de la empresa. “Ya se ha retirado del mercado una importante capacidad de barcos” debido a la demanda para cubrir las entregas durante el verano boreal, añadió.

Una ola de calor prolongada podría provocar retrasos en el suministro de energía en el invierno del hemisferio norte, cuando el continente más lo necesita. Se esperan altas temperaturas y precipitaciones inferiores al promedio hasta la próxima semana. Los científicos afirman que esto podría convertirse en un problema continuo en los próximos años a medida que se agrave el cambio climático.

Envíos de carbón

Lo que está en juego es especialmente importante para Alemania, la mayor economía de Europa. El país tiene previsto importar este año 10 millones de toneladas más de carbón térmico de lo habitual para poder pasar el invierno y ahorrar gas para la industria y la calefacción.

Por el Rin se transportaron unos 17 millones de toneladas de carbón y 28 millones de toneladas de productos petrolíferos en 2020, ambos un descenso en comparación con el año anterior, según la comisión de navegación del río.

Alemania se plantea ahora reactivar las centrales de carbón inactivas mientras los precios de la electricidad alcanzan niveles récord. Pero esto ocurre en un momento en el que la oferta de barcos ya es escasa, en parte porque muchas se vendieron en los últimos años en el marco de un plan de eliminación del carbón.

La reorientación de algunas barcazas para ayudar a sacar el grano de Ucrania también ha limitado su disponibilidad en Europa occidental, según Sabrina Kernbichler, analista principal de energía europea en S&P Global Platts.

“La caída del nivel del Rin está empezando a limitar el suministro de carbón a las unidades alemanas, especialmente en el sur del país”, dijo, señalando que la situación es manejable desde el punto de vista de la seguridad del suministro por ahora.

Algunas empresas energéticas han tomado medidas para prepararse para los meses más fríos. EnBW AG (EBK), que tiene cuatro centrales de carbón activas en Alemania (una de ellas en el Rin), dijo que utilizó el segundo trimestre del año para acumular existencias en las instalaciones y que ahora tiene un nivel “significativo” de reservas.

“Estamos siguiendo muy de cerca la evolución de los niveles del Rin”, dijo un portavoz de la empresa.

Con la asistencia de Alaric Nightingale.