Bloomberg — El presidente de Sri Lanka, Gotabaya Rajapaksa, renunciará la semana que viene, luego de que manifestantes invadieran su residencia oficial y oficinas.
El mandatario del país asiático dimitirá este miércoles para garantizar una transición política, según dijo el presidente del Parlamento, Mahinda Yapa Abeywardena, en un anuncio televisado este esábado por la noche. Renunció como una concesión a varios líderes del partido, quienes le habían pedido que renunciara para poner fin a la creciente ira pública.
La renuncia marca un posible punto de inflexión para el país, que lucha para poder pagar sus importaciones de alimentos y combustible, en una situación de bancarrota.
Rajapaksa salió del palacio presidencial alrededor de las 10:00hs., mientras los manifestantes hacían frente a gases lacrimógenos y cañones de agua para asaltar su palacio presidencial, dijo su secretaria Gamini Senarath anteriormente por teléfono. Se desconoce el paradero de Rajapaksa.
Rajapaksa le dijo a Bloomberg News en una entrevista el mes pasado que terminaría los dos años restantes de su mandato, pero que no se presentará a la reelección, al considerar que no podía irse como un “presidente fallido”.
Activistas de derechos civiles, líderes religiosos y artistas se encontraban entre los miles de personas que se reunieron el sábado en un sitio de protesta frente al mar cerca de la residencia presidencial en la capital, Colombo.
¿Cómo se gestó la crisis?
La ira contra el presidente se ha estado gestando durante meses, con la nación del sur de Asia atravesando el peor momento en su historia como país independiente. La inflación se estima que alcanza el 70%. Rajapaksa había eludido las demandas de su renuncia, a pesar de que todos los miembros de su familia en el gobierno renunciaron. En mayo, nombró como primer ministro a Ranil Wickremesinghe, su antiguo oponente, después de que las protestas, en su mayoría pacíficas, se tornaron violentas.
Wickremesinghe también anunció su renuncia el sábado. A las pocas horas de la decisión, manifestantes prendieron fuego a su residencia privada. Wickremesinghe está a salvo, según informó su oficina en un mensaje de texto, sin dar más detalles.
La actividad económica se ha detenido por completo en Sri Lanka, y los ciudadanos continúan soportando cortes de energía diarios que duran horas, mientras el país lucha por comprar combustible. El 7 de julio, el Banco Central de Sri Lanka elevó los costos de endeudamiento en 100 puntos básicos, ya que los precios registraron un aumento récord en junio, impulsados por la escasez en medio del agotamiento de las reservas de divisas.
Las autoridades confían fuertemente en las instituciones multilaterales, incluido el Fondo Monetario Internacional y países amigos, para obtener ayuda para superar la crisis.
Rajapaksa había dicho anteriormente que las protestas apoyadas por la oposición “harían retroceder al país una vez más”.
“En momentos en que se han logrado soluciones exitosas a la problemática existente, es muy triste y desagradable el programa de los grupos políticos de oposición para engañar a la gente”, dijo el presidente en un comunicado el 8 de julio.
--Con la ayuda de Shiyin Chen .
Este artículo fue traducido por Francisco Aldaya