Ciudad de México — El expresidente Luis Echeverría Álvarez, que gobernó México de 1970 a 1976, murió a la edad de 100 años.
Echeverría, de acuerdo con reportes de la prensa nacional la mañana del sábado, habría trascendido entre la noche del viernes y la madrugada en la ciudad de Cuernavaca, en el estado de Morelos.
Su deceso fue lamentado por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador en su cuenta de Twitter.
”En nombre del Gobierno de México envío un respetuoso pésame a los familiares y amigos del licenciado Luis Echeverría Álvarez, presidente de México durante el sexenio de 1970 a 1976″, escribió, AMLO, como es conocido el mandatario mexicano.
Luis Echeverría gobernó México en un periodo que estuvo marcado por altos niveles de inflación, pero también de sucesos oscuros que marcaron su carrera política hasta el final de sus días.
Echeverría se incorporó en 1946 a las filas del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el partido gobernante en el país por siete décadas ininterrumpidas.
Aunque no ocupó ningún cargo de elección popular, fue escalando desde secretario particular, oficial mayor hasta secretario de Gobernación durante la administración de su antecesor, Gustavo Díaz Ordaz.
En 1968, México atestiguó la Masacre de Tlatelolco el 2 de octubre, cuando los francotiradores de un batallón abrieron fuego contra estudiantes que realizaban una manifestación en la plaza de las Tres Culturas para protestar contra la represión que el movimiento estudiantil acusaba por parte del gobierno de Díaz Ordaz. El número exacto de muertes en el suceso hasta ahora se desconoce.
El nombre de Echeverría y su involucramiento en la matanza fue altamente relacionado. En 2006 fue llevado a juicio, convirtiéndose en el único expresidente de México que ha sido sometido a la justicia por genocidio y crímenes de lesa humanidad, sin embargo, pese a órdenes de aprehensión y arresto domiciliario, fue exonerado en 2009 por falta de pruebas.
Actualmente sigue sin haber un responsable. La sociedad mexicana nunca olvidó. El pasar de los años convirtió la frase “el 2 de octubre no se olvida” en un recordatorio que difícilmente se esfumó del inconsciente colectivo, fortaleciendo la percepción entre las nuevas generaciones de un presidente condenado al exilio social por su actuar en contra de la ciudadanía y la libertad de expresión.
Echeverría sucedió a Díaz Ordaz en la presidencia en 1970, dos años después de la masacre de Tlatelolco. Durante su gobierno también tuvo lugar lo que se conoce como la Matanza del Jueves de Corpus o el ‘Halconazo’, en 1971, cuando los paramilitares atacaron de nuevo a estudiantes durante una manifestación. Se reportaron 120 muertes.
La llegada de su muerte coincide además con una fecha inolvidable para la prensa mexicana. El 8 de julio de 1976, en el último año de su gobierno, llevó a cabo el “golpe a Excélsior”, en un momento en que el Gobierno en turno solía controlar a los medios de comunicación y orquestaba persecuciones en contra de cualquier opositor.
Se trató de un boicot financiero a ese diario nacional, al eliminar los recursos publicitarios que se le otorgaban y que terminó por provocar la salida de su director, Julio Scherer García.
En México, el expresidente vivió gran parte del resto de su vida aislado, casi nunca siendo visto. La ultima fotografía pública, en 2021 a los 99 años, evidenció su edad avanzada, en silla de ruedas, delgado, ropa cómoda, con cubrebocas y un sombrero, mientras esperaba la segunda dosis de la vacuna contra el COVID-19 en Ciudad Universitaria, igual que el resto de la ciudadanía.
De acuerdo con Rodrigo Hernández López, periodista de Proceso -el medio de comunicación fundado por Scherer tras el “golpe a Excélsior”- en una de las pocas entrevistas que concedió, Echeverría expresó: “si hice mal, la historia me juzgará”.
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