Bloomberg — Manifestantes que exigen la dimisión del presidente de Sri Lanka, Gotabaya Rajapaksa, penetraron barricadas de seguridad y entraron a la residencia oficial del mandatario, desafiando los gases lacrimógenos y los cañones de agua que obligaron al dirigente a abandonar su recinto.
Rajapaksa abandonó su residencia oficial alrededor de las 10:00 horas de esta mañana, hora local, según su secretario Gamini Senarath por teléfono, añadiendo que no estaba logrando contactarse con el líder en estos momentos y que desconocía su paradero. Anteriormente, la agencia de noticias francesa Agence France-Presse citó a un funcionario de seguridad no identificado diciendo que Rajapaksa había sido escoltado a un lugar seguro fuera del recinto.
Activistas de los derechos civiles, líderes religiosos y artistas se encontraban entre las miles de personas que se reunieron el sábado para protestar frente al mar, cerca de la residencia presidencial en la capital, Colombo.
El primer ministro Ranil Wickremesinghe ha convocado una reunión de emergencia de los líderes del partido para discutir la situación actual, según un mensaje de texto de su oficina.
Los motivos de la crisis
Antes de la protesta, Omalpe Sobitha, un alto monje budista de una de las principales órdenes monásticas y crítico declarado del gobierno, dijo a los periodistas que la crisis no es el resultado de una hambruna o un desastre natural, sino de un mal gobierno.
Sri Lanka se encuentra en el peor momento de su historia independiente, con una inflación que alcanza el 70%. Lleva meses sufriendo escasez de todo tipo de productos, desde combustible hasta medicinas, lo que ha provocado protestas que han llevado a la dimisión de todos los miembros de la familia Rajapaksa que formaban parte del gobierno, excepto el presidente.
Gotabaya ha esquivado los pedidos de renuncia y en mayo nombró como primer ministro a su viejo rival, Wickremesinghe, después de que las protestas, en su mayoría pacíficas, se volvieran violentas.
A última hora del viernes, la policía impuso el toque de queda en algunas zonas de Colombo después de que miles de estudiantes universitarios, que habían marchado hacia la residencia de Rajapaksa, recibieran gases lacrimógenos. El jefe de la policía, C.D. Wickramaratne, que dijo en una sesión informativa esta semana que las autoridades no detendrían ninguna manifestación pacífica, declaró el sábado que el toque de queda se levantaría a las 8:00 de la mañana.
Las imágenes de vídeo de los canales de noticias locales mostraron a algunos manifestantes forcejeando con la policía mientras ésta disparaba proyectiles de gas lacrimógeno.
El Colegio de Abogados de Sri Lanka y los partidos de la oposición también dijeron que el bloqueo era ilegal, y pidieron a los manifestantes que siguieran con sus planes de concentrarse pacíficamente. A principios de esta semana, un tribunal de Colombo rechazó la petición del gobierno de prohibir a los manifestantes acercarse a la residencia oficial del presidente.
La actividad económica se ha paralizado y se ha instado a los residentes a permanecer en casa hasta el 10 de julio para ahorrar combustible. El Banco Central de Sri Lanka subió el jueves los costes de los préstamos en 100 puntos básicos, ya que los precios siguieron subiendo en junio, impulsados por la escasez y la disminución de las reservas de divisas.
Este artículo fue traducido por Francisco Aldaya