Bloomberg — Según el Wells Fargo Investment Institute, ya no hay necesidad de preocuparse por saber cuándo comenzará una recesión en los Estados Unidos, porque ya inició.
El brazo de estrategia de inversión del banco dice que EE.UU. estará entrando en una recesión en la segunda mitad del año, en otras palabras, ahora, en medio de una inflación más elevada y generalizada de lo esperado, debilitando la confianza del consumidor y cambiando el gasto de las corporaciones. Este pronóstico difiere del de hace poco más de un mes, cuando el grupo veía una recesión leve y hasta fines de este año, pero adelantó el tiempo y la gravedad a “moderada”.
Si bien varios jugadores importantes de Wall Street como Guggenheim y Nomura Securities ven una recesión para finales del 2023, la estimación del instituto marca una de las primeras en asegurar que hay una recesión actualmente. Incluso difiere de los propios economistas de Wells Fargo de un departamento separado, que pronostican una recesión leve a mediados de 2023.
“Está la parte técnica de la recesión, pero luego está el deterioro significativo en el consumo y el empleo”, dijo Sameer Samana, estratega senior de mercado global en el grupo de inversión. “La parte técnica es una historia de la primera mitad y la peor parte del desempleo y el consumo es la segunda mitad” del año, dijo por teléfono el jueves.
El PIB de EE.UU. habría caído un 1,6% estimado en el primer trimestre, y los datos en tiempo real del Banco de la Reserva Federal de Atlanta muestran una contracción de magnitud similar en los tres meses que terminaron el 30 de junio, pero el informe oficial del gobierno de una estimación preliminar se conocerá hasta finales de este mes.
Si los datos muestran una lectura negativa, EE.UU. estaría en una recesión técnica. Pero un indicador de uso más amplio —utilizado por la Oficina Nacional de Investigación Económica, la organización privada responsable de determinar el momento oficial de una recesión— es una marcada contracción en toda la economía en una serie de indicadores, incluido el mercado laboral, la inversión y el gasto.
Eso es lo que el grupo de Samana dijo que sentirán los estadounidenses durante el resto de este año. Ahora pronostican tasas de desempleo de 5,2% para finales de 2023 y 4,3% para este año, ambas representan bruscas alzas frente a sus pronósticos anteriores de 4,4% y 3,8%, respectivamente.
Se pronostica que la tasa de desempleo en junio se mantendrá en 3,6%, cerca de su nivel más bajo en más de 50 años. Los datos oficiales del gobierno se darán a conocer el viernes.
Se espera que los precios al consumidor, que ya avanzan al ritmo más rápido en 40 años, se hayan acelerado aún más en junio, al 8,8% con respecto a un año antes. Los datos se publicarán la próxima semana. Eso obligaría a la Fed a tomar medidas más agresivas, aumentando las tasas de interés para enfriar los precios, lo que provocaría un mayor impacto en el mercado laboral y el gasto, según Samana.
También destacó comentarios recientes de grandes minoristas que han señalado un cambio en lo que la gente compra a medida que los precios se aceleran, lo que ha estado caracterizado por un mayor gasto en artículos básicos como alimentos y menos compras discrecionales como ropa.