Ciudad de Panamá — Un paro indefinido decretaron ayer los educadores panameños en medio de las protestas que junto a trabajadores de la construcción, estudiantes y transportistas se tomaron las calles de casi todas las ciudades del país para protestar por el alto costo de los combustibles y de los productos de primera necesidad.
Cantando coplas al son de ritmos vernaculares, los manifestantes cerraron las vías y se enfrentaron en los alrededores de la Universidad Panamá a las fuerzas del orden público, en medio de las bombas lacrimógenas, mientras que las escuelas permanecen cerradas.
Todo esto ocurre mientras el presidente panameño Laurentino Cortizo Cohen, quien finaliza su periodo en 2024, se encuentra en Estados Unidos buscando, según dijera, una segunda opinión médica de una afección en las células sanguíneas, conocida como síndrome mielodisplásico.
Hasta el momento no se ha tenido información sobre la salud del mandatario, quien este sábado 9 de julio debe regresar al país.
Todos estos factores forman una “tormenta perfecta” para “conspirar” contra la economía, no dudó en afirmar el presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (CoNEP), Rubén Castillo Gil, sector que clama por un “Estado austero”, donde los recursos se destinen a cubrir las verdaderas necesidades de toda la población.
En momentos en que la mitad de la población forma parte de la economía informal, la actual administración ha incrementado la planilla estatal en 67 millones de dólares durante el primer cuatrimestre del año al compararlo con el mismo periodo anterior, llevándola a una cifra récord de mil 580 millones de dólares.
En junio de este año el gobierno panameño congeló el precio del galón del combustible -que cuesta 6 dólares- en 3.95 dólares para el sector transporte, bajo la promesa de no aumentar el precio al usuario, lo cual no ha sido efectivo.
Marcela Galindo, presidenta de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá, llamó al diálogo de las partes en conflicto, señalando que es la vía más factible para llegar a consensos y seguir empujando la economía.
Para este año el Banco Mundial estima que la economía panameña crecerá 6.5%, superior al promedio de 2.3% proyectado para América Latina.
Según el economista Felipe Argote el gobierno de Cortizo Cohen ha contribuido a acelerar la insatisfacción popular al cargar sobre la clase media el alto costo de la vida, bajo el pretexto de mantener la “paz social” dando subsidios a sectores sin priorizar el desarrollo económico.
Argote dijo que esto ha llevado a tener un desempleo del 10% y un 48% de informalidad.
No obstante, el ministro de Economía y Finanzas, Héctor Alexander, sostiene que este año Panamá podría estar alcanzando los niveles de producción del 2019 y se proyecta que en el 2003 el crecimiento será sostenido, “porque el gran reto no es solo la reactivación de la economía, sino la sostenibilidad del crecimiento a futuro”.
La estrategia económica del gobierno, agregó, ha sido “mantener el total de gastos presupuestados y compensar la caída de los ingresos con dinero prestado”.
En opinión del sociólogo Danilo Toro, lo que está ocurriendo en el país no es más que una “acumulación de insatisfacciones” que ha desembocado en un nivel de saturación, que hoy día se ve en las calles.
El panameño, dijo Toro, está llegando a lo que calificó como un “bajo nivel de tolerancia”, en donde no está dispuesto a aceptar más de cuatro cosas.
Se anunció que para hoy viernes educadores, estudiantes, trabajadores de la construcción y camioneros continuarán las jornadas de protestas en las calles y avenidas de la ciudad capital, así como en el resto del país mientras que la Presidencia de la República hizo un llamado a los gremios magisteriales a retomar el diálogo.
* La nota se ajustó a las 4:10 pm del 8 de julio para corregir que se citó de forma incorrecta al sociólogo como Gilberto Toro cuando el entrevistado fue Danilo.
