Bloomberg — El cobre y otros metales subieron luego que los indicios de que China está planeando un paquete de estímulo de US$220.000 millones reforzaron las perspectivas de la demanda tras las fuertes pérdidas.
El Ministerio de Finanzas de China está estudiando un plan para permitir a los gobiernos locales vender 1,5 billones de yuanes (US$220.000 millones) de bonos especiales en el segundo semestre, según personas familiarizadas con las discusiones. Esto representaría una aceleración sin precedentes del financiamiento de la infraestructura con el objetivo de apuntalar la atribulada economía del país.
“Un dólar más débil también está ayudando al repunte de los metales, así como un mejor tono en los mercados chinos de metales ferrosos y más medidas de estímulo anunciadas desde China”, dijo el analista de ED&F Man Capital Markets Edward Meir en una nota enviada por correo electrónico. Además del paquete de gastos, “los impuestos a los vehículos eléctricos también disminuirán”.
El cobre subió hasta un 5,6% en la Bolsa de Metales de Londres (LME por sus siglas en inglés), recuperándose después de que los crecientes temores de una recesión mundial arrastraran los precios a un mínimo de 19 meses al cierre de las operaciones del miércoles.
Los inversionistas siguen preocupados por una serie de amenazas a la demanda, desde la crisis energética de Europa hasta la desaceleración de Estados Unidos y los nuevos brotes de virus en China. Las minutas de la Reserva Federal publicadas el miércoles siguieron avivando los temores de una posible recesión al señalar la posibilidad de una política monetaria “aún más restrictiva” para evitar que se afiance la inflación.
Bank of America (BAC) enfatizó las amenazas a la demanda, ya que los analistas de la firma, anteriormente alcistas, dijeron que los precios del cobre podrían caer por debajo de los US$6.000 la tonelada a medida que se profundice la desaceleración económica mundial. En el peor de los casos, cuando las reservas de gas de Europa se agoten durante el invierno, los precios podrían caer incluso hasta los US$4.500 la tonelada, dijo el banco en una nota recibida por correo electrónico el jueves.
“Aunque un repunte de la actividad en China puede apoyar los precios a corto plazo, nos preocupa que tanto el aumento de la oferta como la crisis energética provoquen nuevos vientos en contra en 2023”, dijeron los analistas de Bank of America dirigidos por Michael Widmer. “El descenso fue impulsado originalmente por los cierres en China, pero las preocupaciones sobre una desaceleración económica mundial están ahora agravando los vientos en contra”.