Bloomberg — Los residentes de Pekín que quieran entrar en una serie de lugares públicos tendrán que mostrar una prueba de vacunación contra el Covid-19 a partir del próximo lunes. Se trata de la primera vez que el país ha desplegado una exigencia de inoculación a medida que la ciudad se apresura a sofocar un nuevo brote causado por una subvariante más infecciosa.
La ciudad exigirá que los espectáculos en vivo, los lugares de entretenimiento como los cines, los museos y los gimnasios, así como los lugares de formación y tutoría, restrinjan la entrada a las personas que estén vacunadas, dijo Li Ang, subdirector de la Comisión Municipal de Salud de Pekín, en una reunión informativa el miércoles.
El requisito también se aplicará al personal médico, a quienes trabajen en operaciones de servicios comunitarios, a los operadores de mobiliario doméstico, a los proveedores de entregas urgentes y a los asistentes a conferencias. Tendrán que haber recibido una vacuna de refuerzo para continuar, dijo Li. Habrá exenciones para las personas que no reúnan los requisitos para vacunarse.
Las autoridades han recurrido a una exigencia de vacunación, que se ha desplegado en países de todo el mundo, en su afán por implementar la estrategia Cero Covid para acabar con la transmisión del virus. Las autoridades también están interesadas en aumentar las tasas de vacunación, especialmente en el caso de las personas de 60 años o más, cuya reticencia se ha convertido en un factor clave que ha mantenenido a China estancada en su estricto enfoque de Cero Covid.
Se ha instado a los ancianos que viven en residencias y a todos los que quieran visitar un lugar de ocio a que se vacunen lo antes posible. El personal de las residencias y los visitantes deben recibir vacunas de refuerzo, al igual que los turistas, dijo Li. El código sanitario de la ciudad (el sistema que controla los movimientos de las personas) se actualizará para mostrar el estado de vacunación de forma más destacada, dijo.
La ciudad mantendrá el requisito de que las personas se hagan la prueba al menos cada tres días para entrar en todos los lugares públicos.
La tasa de vacunación de los ancianos de Pekín supera el 80%, mientras que la de Shanghái es del 70%. Casi el 90% de los 1.400 millones de habitantes del país están totalmente vacunados con vacunas nacionales.
