Estos son los cuatro retos del nuevo ministro de Economía y Finanzas de Ecuador

Mejorar la calidad del gasto, impulsar la transparencia fiscal y empujar la inversión social son algunos de los desafíos de Pablo Arosemena Marriot

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QUITO — Aunque el cambio se venía anunciado desde hace varias semanas, ayer finalmente se concretó: Simón Cueva dejó la cartera de Economía y Finanzas y Pablo Arosemena lo reemplazó. El presidente Guillermo Lasso reconoció el trabajo de Cueva y le agradeció por haber saneado las cuentas nacionales y reducido el déficit fiscal de US$ 7.000 millones a alrededor de US$ 4.000 millones en siete meses.

“La tarea de Simón nos permitió sanear las cuentas fiscales en corto tiempo, bajo su liderazgo la economía ecuatoriana sobrepasó todos los pronósticos de crecimiento”, dijo el mandatario durante la posesión de sus nuevos ministros este martes. Luego, pidió un aplauso “por su impecable trabajo y por su dedicación al servicio del pueblo ecuatoriano”.

Efectivamente, el ministro saliente cumplió la tarea asignada por Lasso al inicio de su mandato, cuando la economía del país estaba más golpeada por la pandemia y necesitaba recomponerse con miras a mantener y ampliar la confianza de los multilaterales, especialmente del Fondo Monetario Internacional (FMI).

El papel de Cueva fue determinante para mantener el acuerdo con el Fondo y estabilizar la imagen del Ecuador afuera; sin embargo, la excesiva austeridad empezó a pasar factura a su gestión. En el primer trimestre de este año se registraron mínimos históricos de inversión pública, y la población empezó a resentir esta reducción, especialmente en el deterioro de los servicios públicos.

La molestia ciudadana se potenció en el paro de junio que duró 18 días. Tras este episodio, Lasso decidió dar un giro a su ejecución política y para ello buscó un nuevo perfil para el Ministerio de Economía y Finanzas: Pablo Arosemena Marriot, un economista que proviene más del empresariado y que se ha comprometido a mantener el orden fiscal con más gasto social.

¿Pero cuáles son los retos del nuevo ministro? El analista económico Alberto Acosta Burneo habló con Bloomberg Línea al respecto y, al menos, plantea cuatro:

DEJAR LOS GRANDES NÚMEROS

A decir de Acosta Burneo, el reto principal del ministro será tratar de salir de los grandes agregados macroeconómicos y recordar que “al final del día, el gasto público se enfrenta con una cara, que son los ciudadanos”.

“Lamentablemente la prioridad de la gestión de Cueva fueron los grandes agregados, dedicarse a bajar el riesgo fiscal, el riesgo país… pero las cosas no son tan sencillas en la práctica. Si bien reducir el déficit es importante, no es suficiente”, señala el economista.

De allí, entonces, que el gran desafío es trabajar en la calidad del gasto: priorizar el gasto público en lo importante (salud, educación, seguridad) y dejar de gastar en lo secundario.

CALIDAD DE GASTO

El segundo desafío será, entonces, mejorar la calidad del gasto. Es decir, trabajar en mecanismos de medición de la calidad del gasto “para que cuando los ciudadanos vayan a una oficina pública puedan evaluar qué servicio están recibiendo”, anota Acosta, pues quien finamente evalúa es el ciudadano ya que él es quien se enfrenta a un servicio público.

Esto va de la mano del tema político, ya que evidentemente la población respaldará a un gobierno si se siente beneficiada, lo que después se traducirá en un respaldo electoral para ese proyecto político y evitará que la ciudadanía ceda ante las ofertas populistas que se presenten después, en las próximas elecciones. Es decir, gastar de mejor manera puede asegurar en el futuro réditos políticos y electorales.

TRANSPARENCIA

El tercer reto del nuevo ministro será, además, desarrollar mecanismos de transparencia, de rendición de cuentas. El ciudadano debe tener la posibilidad de “consultar hasta cuánto gastó en focos una oficina pública. Hoy se puede llegar a ese nivel de manera muy sencilla gracias a la tecnología”. “Ese tipo de cosas hay que pensarlas porque lamentablemente en Ecuador tenemos un gasto de muy mala calidad, con muy poca transparencia y así al final del día no hay plata que alcance”, agrega el analista.

IMPULSO DE LA INVERSIÓN PÚBLICO-PRIVADA

En este punto, el gran reto es trabajar en mecanismos como las alianzas público-privadas. Esto con el fin de encontrar capitales privados que se destinen a la inversión pública “porque tenemos un Estado que sigue con problemas fiscales graves, que tiene cuentas fiscales aún dependientes del endeudamiento”.

De esta manera, lo ideal será desarrollar mecanismos que permitan usar capitales privados para ampliar los servicios públicos. “El gran desafío viene por buscar calidad del gasto público, una reingeniería del Estado para que sea más eficiente”.

“ORDEN CON ENFOQUE SOCIAL”

Por ahora, Arosemena ha anunciado que trabajará en su Plan de Reactivación que incluye tres puntos:

  • Asegurar el gasto social: empujar la ejecución del gasto social, que el gasto público llegue al bolsillo de los ecuatorianos.
  • Bajar el costo de la vida y los atrasos: agilizar la reducción de atrasos en los pagos del Gobierno para dinamizar la microeconomía.
  • Hacer crecer la economía con la construcción de obra pública

En su discurso inicial, el nuevo ministro de Finanzas manifestó que su gestión se realizará “escuchando a la gente, destrabando y resolviendo problemas” y que los recursos serán “administrados con eficiencia y equidad”. “Orden con enfoque social”, agregó.