Claves para entender el escándalo que finalmente podría tumbar a Boris Johnson

El futuro del Primer Ministro británico podría tener su desenlace en los próximos días ante la posibilidad de una nueva reunión para que el Parlamento emita su voto de confianza

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Pese a que este miércoles el primer ministro inglés Boris Johnson afirmó que luchará para mantenerse en su puesto tras los crecientes pedidos de renuncia a lo largo de todo el Partido Conservador, no existen muchas señales que hagan que pueda cumplir tal cometido.

“El trabajo de un primer ministro en circunstancias difíciles” es seguir adelante, dijo Johnson ante el éxodo de funcionarios de su gabinete. “Y eso es lo que voy a hacer”.

Las renuncias de ministros y subalternos ya ascienden a más de 20. Todos ellos han argumentado que Johnson no está en condiciones de seguir liderando tanto al Partido Conservador como al Reino Unido; mucho menos afrontar la crisis económica y el deterioro del costo de vida, así como una futura posible recesión.

Camino a la cornisa

El ministro británico de Salud Sajid Javid renunció el martes 5 de julio, desencadenando una avalancha de salidas de funcionarios que dijeron haber perdido la confianza en Johnson, según consigna la agencia de noticias Reuters.

A él le siguió el ministro de Hacienda, Rishi Sunak. Tanto Javid como Sunak hicieron públicas sus cartas de dimisión en Twitter y argumentaron “haber perdido la confianza en el Primer Ministro” y “no poder seguir así”, respectivamente.

Tras las masivas renuncias, Johnson nombró a Nadhim Zahawi, una figura con alto perfil dentro del Partido Conservador, como ministro de finanzas. Ha cubierto otros de los puestos que han quedado vacantes, pero el consenso es que su posición pende de un hilo.

Johnson no llegó a esta situación de un día para el otro. El más reciente catalizador ha sido su gestión de un escándalo que involucra a David Pincher, un parlamentario a quien el primer ministro ascendió a “Whip” (encargado de la disciplina partidaria) pese a estar al tanto de acusaciones de comportamiento sexual inapropiado.

La última de ellas ocurrió el jueves pasado cuando, según citan medios británicos, dos hombres lo acusaron de acoso en un evento en el Carlton Club en Picadilly, Londres, hecho por el cual se disculpó aduciendo que había bebido demás. Sin embargo, los antecedentes que lo precedían eran bien conocidos por Johnson, a quien se le recriminó su inacción.

Pincher abandonó su puesto, pero mantuvo su acta de parlamentario y su membresía del partido.

Pero esta fue la gota que rebasó un vaso que se había estado llenando a lo largo de los últimos meses, con numerosas controversias que, aunque golpeado, Johnson parecía haber logrado dejar atrás.

Entre ellas se encuentran:

  • Multas por violar los confinamientos emitidos por su propio gobierno a causa de la pandemia del Covid-19 (el escándalo conocido como Partygate)
  • La defensa de un legislador que violó las reglas de cabildeo. Esto sucedió cuando Owen Paterson, acusado de presionar al Gobierno tras haber recibido dádivas de dos empresas, fue amparado por el Primer Ministro quien para evitar sus suspensión buscó cambiar el Código de Conducta de la Cámara de los Comunes. Esto fue en vano, ya que las numerosas críticas lo obligaron a dar marcha atrás.
  • Críticas de que no ha hecho lo suficiente para abordar la inflación, en medio del aumento de los precios del combustible y los alimentos. Con una inflación interanual que actualmente alcanza el 9,1%, se suman las huelgas de esta semana de los trabajadores ferroviarios y el metro de Londres, en reclamo de mejoras salariales. Esta es considerada la mayor huelga en el país desde 1989. El líder de la oposición, Keir Starmer, acusó Johnson y al ministro de Transporte de no haber hecho lo suficiente para evitar las huelgas, a la vez que reveló un informe que muestra cómo el “desastroso brexit” de los conservadores empobrecerá al país y cuestionó a Johnson sobre si negociará un acuerdo económico con la Unión Europea o el país entrará en recesión.

Semanas atrás, el líder conservador se comprometió a hacer frente a la subida del costo de la vida, pero muchos economistas dudan de sus promesas, ya que, según las previsiones oficiales, los ingresos fiscales van a alcanzar el nivel más alto desde los años 40 y el crecimiento va a desaparecer.

Intento fallido

Hace un mes exactamente, Boris Johnson sobrevivió a un intento de expulsarlo de Downing Street luego de que miembros del Parlamento de su partido dispusieran una votación secreta para evaluar su continuidad en medio de las repercusiones del “Partygate”.

En ese entonces, 211 miembros de su partido votaron a favor y 148 lo hicieron en contra.

Pese a haber salido airoso y aunque no puede someterse a otra votación similar durante un año, un atajo legal podría dejarlo fuera en los próximos días.

Horas decisivas

El destino de Boris Johnson podría tener su desenlace en los próximos días. Pese a que este miércoles se iba a realizar en una reunión del Comité 1922, que establece las reglas para los votos de confianza de liderazgo, se decidió que celebraría elecciones para su ejecutivo el lunes, ya que antes decidiría si cambia las reglas para poder realizar esta acción antes le período legal de 12 meses, dijeron tres legisladores conservadores a Reuters.

Sin embargo, si las renuncias se siguen acumulando, Johnson quedará acorralado y no tendrá más salida que la renuncia.

Cuando tres miembros del propio partido de Johnson le preguntaron si renunciaría, el Primer Ministro respondió: “Claramente, si hubiera circunstancias en las que sintiera que era imposible que el gobierno continuara y cumpliera con el mandato que se nos ha dado”, entonces lo haría, dijo.

Johnson llegó al gobierno en 2019 con una gran victoria electoral y fue la cara de la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea, pero ahora sus horas parecen estar contadas.

“Sospecho que tendremos que arrastrarlo pateando y gritando desde Downing Street”, dijo a Reuters un legislador conservador que pidió reserva sobre su identenidad. “Pero si tenemos que hacerlo de esa manera, entonces lo haremos”.