Buenos Aires — La salida de Martín Guzmán y la posterior llegada de Silvina Batakis, las negociaciones por más cambios en el gabinete y la recomposición del diálogo entre Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, configuraron lo que será un nuevo horizonte para el Gobierno nacional y el Frente de Todos.
Enmarcados una delicada situación económica, las noticias de estos últimos días parecen indicar que concluyó una etapa de disputa a cielo abierto en la coalición gobernante y que, el movimiento de piezas, podría conformar a los dos principales activos de este espacio: el presidente de la Nación y la vicepresidenta.
No obstante, el Presidente encarará los últimos diecisiete meses de mandato aún más debilitado, tras perder a la mayoría de sus ministros de confianza. Y cada vez más condicionado a moldear el rumbo de su gestión según las indicaciones del sector kirchnerista.
Bloomberg Línea consultó a tres analistas políticos para reflexionar respecto a lo que pasó en este último tiempo y al escenario que le aproxima al Gobierno nacional: Diego Reynoso, Investigador del CONICET y profesor de opinión pública universidad de San Andrés; Julio Burdman, politólogo y director del Observatorio Electoral Consultores y Ricardo Rouvier, consultor político y titular de Ricardo Rouvier & Asociados.
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#1 Alberto Fernández aún más debilitado
Según Reynoso, tras estos episodios Fernández queda aún más debilitado, con 20%, 21% de aprobación “y no hay forma de recuperar eso”. “La salida de Guzmán evidencia una crítica fuerte del exministro hacia el Presidente, acerca de su incapacidad de darle los instrumentos del control de la economía que él necesitaba para profundizar algunas decisiones que garanticen la supervivencia del plan económico”, explicó.
Burdman sostiene que el debilitamiento de Fernández se profundizó tras la derrota en las legislativas del 2021, al tiempo que se fortaleció la imagen de la vicepresidenta, al verse “una figura cada vez más presente de CFK, tanto en recomendaciones de gestión como en el uso de la palabra pública”.
Según Burdman, lo que quedó demostrado en los últimos comicios es que Fernández “no termina de construir un liderazgo que pudiese sustituir al de la vicepresidenta entonces el poder termina alineándose en el de CFK por default”.
Rouvier, por su parte, agrega que los cambios de este fin de semana resultan “un punto más a favor del sector de Cristina Fernández de Kirchner y un presidente que queda debilitado” y aseguró que esta ofensiva del kirchnerismo “ha concluído ayer con este cambio de ministros económicos”. Abre a su vez una incógnita respecto a la figura de Sergio Massa, quien quedó relegado de las alternativas planteadas a la fecha.
#2 ¿Es Batakis una figura de consenso?
Burdman señala que Silvina Batakis es una figura “digerible” para la mayoría del Frente de Todos pero apunta a que el debate no gira en torno al consenso: “El Gobierno fuerte no es el que tiene a todos apoyándolos sino el que logra imponerse sobre ellos y bajarles una línea nacional”. Y sobre esa cuestión, afirma que “estamos un poquito más lejos cada vez”.
Reynoso señala que habrá que ver cuál es la fortaleza o debilidad política de la nueva ministra para poder tomar decisiones, hacerlas efectivas y alinear el comportamiento de los principales actores de la economía. Y que de eso dependerá el consenso que pueda generar la flamante ministra. “Las diferencias siguen, cuando aparecen los resultados puede bajar un poco el nivel de cuestionamiento internos”, aseguró.
#3 ¿Cuál es el escenario que enfrenta ahora el Frente de Todos?
Según Rouvier, la clave está en que el kirchnerismo entienda que el tiempo de los cuestionamientos “terminó este lunes” y que el escalamiento del conflicto no alcance a la figura presidencial y así poder restaurar el diálogo “cara a cara”. No obstante, pronosticó “que se va a continuar hasta el final de mandato con una situación complicada”.
Para Burdman, “en una crisis tienen que perder algunos, sí hay consenso en el Frente de Todos no es una salida de la crisis, sino gestionarla hacia el final y dejarsela al Gobierno que viene”. El politólogo no ve que se esté “fortaleciendo un liderazgo para sacar al país adelante”.
Reynoso también ve dificultades en que se genera una sintonia fina entre los distintos actores del Frente de Todos. A diferencia de la dinámica de gobiernos parlamentarios clásicos, sostiene que en las coaliciones presidenciales argentinas “hay una tensión permanente por avanzar en las trincheras de los otros”. Y que de esta forma, “no hay acuerdos, hay guerra de trincheras y es lo que erosiona la capacidad política y de gestión de este gobierno”.
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