Bloomberg — Italia declaró este martes el estado de emergencia en cinco regiones del norte y el centro del país, todas ellas azotadas por una reciente sequía a medida que una ola de calor impacta negativamente en la industria agrícola y amenaza el suministro energético.
Las elevadas temperaturas, sumadas a unas condiciones extremadamente secas, han provocado que el nivel de agua del río Po, el mayor del país, este actualmente en los niveles más bajos de los últimos 70 años.
En un verano históricamente seco para toda Europa, sorprende la situación del valle del Po. Los meses sin lluvias y la interrupción de los caudales por el derretimiento de la nieve en los Alpes occidentales, que llegó antes que lo habitual, han dejado a la vista grandes franjas del lecho del río, al punto que recientemante apareción un tanque alemán de la Segunda Guerra Mundial.
La energía hidroeléctrica, que por lo general satisface el 15% de las necesidades del país, es un 50% inferior en lo que va de año. Además, las aguas del mar Adriático se han adentrado en el delta del Po a lo largo de 30,6 kilómetros, lo que supone una auténtica amenaza para la agricultura y el abastecimiento de agua potable. El agua ya está siendo racionada en las ciudades del norte de Italia.
Se estima que esta situación ha provocado un descenso del 30% en las cosechas estacionales de forraje, cebada, cereales y arroz en la región, según la agrupación agrícola Coldiretti, lo que agrava una situación ya delicada para el sector por la guerra en Ucrania.
De acuerdo a un comunicado este lunes, el gobierno dirigido por el primer ministro Mario Draghi reservará 36,5 millones de euros (US$38 millones) en fondos de ayuda para la sequía. Draghi se apresuró a retornar a Italia prematuramente de una cumbre de la OTAN la semana pasada con el fin de presidir una reunión sobre la crisis.
Las condiciones extremas se acentuaron el fin de semana cuando se desprendió un glaciar en el norte de los Alpes italianos ante una temperatura récord de 10 grados Celsius (50 grados Fahrenheit) en la cima.
La avalancha de este domingo provocó que al menos 26 personas quedaran atrapadas y al menos siete murieran por el desprendimiento de un trozo de glaciar sobre la Marmolada, el pico más alto de los Dolomitas.
Draghi, en su viaje a los Alpes el lunes, dijo que la tragedia, aunque en parte es resultado de factores imprevisibles, también está relacionada con “el deterioro del medio ambiente y la situación de las condiciones climáticas”.
Con la asistencia de Marco Bertacche.
Este artículo fue traducido por Miriam Salazar