Bloomberg — Las materias primas abrieron el lunes de manera más estable después de la agitación de la semana pasada, pero los inversores se enfrentan a una desalentadora lista de riesgos inmediatos que van desde la crisis del gas en Europa hasta los nuevos brotes de Covid-19 en China y los temores de una desaceleración económica a nivel global.
Alemania debe prepararse para más cortes en el suministro de gas a medida que se intensifica la “guerra económica” de Rusia contra Europa, advirtió el ministro de Economía alemán, Robert Habeck. Los comerciantes y consumidores de gas están pendientes de cómo se preparan para ello los gobiernos europeos. La política energética también está en el centro de atención en EE.UU., luego de que los comentarios del presidente Joe Biden sobre los precios de la gasolina desencadenaran una disputa en Twitter (TWTR) durante el fin de semana con el multimillonario Jeff Bezos.
Las crisis energéticas y los movimientos de los bancos centrales para aplacar la inflación presentan poderosos vientos en contra de la demanda, algo que se ve ilustrado por el desplome del cobre por debajo de los US$8.000 la tonelada. Las minutas de la última reunión de la Fed, previstas para el miércoles, deberían dar más detalles sobre el pensamiento del banco central de EE.UU., a medida que las previsiones de recesión en el país se multiplican. Y los inversores volverán a estar pendientes del recuento de casos de Covid-19 en China tras los brotes registrados en los principales centros de producción.
Solo problemas
Los mercados del gas y la electricidad en Europa están en plena ebullición y la crisis energética apenas ha comenzado. El mayor riesgo a lo largo de las próximas semanas es que el gasoducto Nord Stream, el principal canal de Europa para el gas procedente de Rusia, no se reinicie tras los 10 días de mantenimiento que comienzan el 11 de julio. Pero, independientemente del resultado, los políticos europeos están bajo una intensa presión para actuar inmediatamente y evitar lo peor de la inminente crisis.
La atención sigue centrada en Alemania, una gran consumidora de energía rusa, que ya ha elevado su nivel de riesgo de gas a la segunda fase más alta (“alarma”), reforzando la vigilancia del mercado y reiniciando algunas centrales eléctricas de carbón. Se espera una intervención sin precedentes en los mercados de energía y electricidad en todo el continente. Esto podría incluir todo tipo de medidas, desde el racionamiento de la demanda hasta el refuerzo de los suministros alternativos y el rescate de las empresas de servicios públicos en dificultades.
Manía en el mundo de los metales
Si el cobre es realmente un barómetro de la economía mundial, deberíamos empezar a preocuparnos. El metal utilizado en el cableado eléctrico cayó por debajo de los US$8.000 la tonelada por primera vez desde principios de 2021. El creciente aviso de las advertencias sobre una recesión mundial está pesando en todos los metales, y las últimas noticias de China relacionadas al Covid-19 arrojan algunas dudas sobre un posible punto brillante para la demanda.
China se está apresurando a sofocar los brotes en la región del delta del río Yangtze, que es a la vez un motor de la economía y una base para muchas industrias de uso intensivo de cobre. La noticia de que se han producido más brotes de virus también presionó el lunes al mineral de hierro, que se desplomó por debajo de los US$110 la tonelada. Los analistas de Goldman Sachs Group Inc. (GS) dijeron que se necesitarían persistentes noticias positivas de la economía china para “romper el mercado bajista” de los metales. Eso tal vez se ha pospuesto.
Equilibrio
El petróleo registró su primera caída mensual desde noviembre por el temor a una recesión mundial, pero a pesar de ello la situación de la oferta sigue siendo tensa. Los dos grandes interrogantes que se ciernen sobre el mercado son si la OPEP+ puede aumentar más la producción tras completar el retorno de los suministros interrumpidos durante la pandemia, y si la destrucción de la demanda se pondrá en marcha. El presidente de EE.UU., Joe Biden, espera un sí rotundo a la primera pregunta cuando visite Medio Oriente a finales de este mes, pero existe el escepticismo de que los saudíes puedan bombear a tasas más altas durante un periodo prolongado.
Es probable que Saudi Aramco publique pronto sus precios de venta oficiales para agosto, lo que dará una indicación sobre sus perspectivas. Los refinadores y comerciantes encuestados por Bloomberg esperan otro aumento. En Estados Unidos será un punto de interés la cantidad de estadounidenses que se suban a sus autos y salgan a las carreteras durante el largo fin de semana del Día de la Independencia. La demanda de gasolina en una media móvil de cuatro semanas ya estaba en su punto más bajo desde 2014, excluyendo el año 2020, donde el impacto del Covid-19 fue devastador, así que habrá que estar atentos a si persiste esa destrucción de la demanda.
Incertidumbre para el trigo
“En el sector de los cereales nunca habíamos negociado en un mercado de guerra, así que todo esto es nuevo”, dijo un comerciante en el momento en que comienza la cosecha de trigo en el hemisferio norte. Este mes se pondrá a prueba la cantidad de trigo que puede llegar al mercado, en un momento en el que los suministros de Ucrania todavía son muy limitados. Los futuros del trigo y el maíz han vuelto a los niveles que se veían por última vez antes de la invasión rusa, lo que posiblemente ayude a controlar el aumento de las facturas de los comestibles desde Kenia hasta el Reino Unido y los Estados Unidos. El jueves se publicará el informe mensual de la ONU sobre el costo mundial de los alimentos.
Incluso con el descenso, los precios se mantienen en niveles elevados, presionando los presupuestos de los importadores y las naciones de menores ingresos. También de la ONU llega el miércoles un informe anual sobre la seguridad alimentaria, en el que se detallan las últimas evaluaciones del hambre en el mundo. La situación ya estaba empeorando antes de la guerra, y decenas de millones más podrían carecer de alimentos suficientes este año, según ha advertido el Programa Mundial de Alimentos.
La última táctica de Putin
Justo cuando los temores de Europa sobre el suministro de gas ruso alcanzan su punto álgido, el presidente ruso soltó otra sorpresa energética a finales de la semana pasada. Putin aturdió a los inversores extranjeros en Sakhalin-2, entre los que se encuentran Shell (SHEL) y las empresas japonesas Mitsubishi Corp. (8058) y Mitsui & Co. (8031): los derechos del proyecto se transferirán a una nueva empresa rusa, con una compensación nula para los que opten por no participar.
Lo que esto significa exactamente se aclarará a lo largo de este mes. Pero la medida amenaza con complicar los esfuerzos de Shell por vender su 27,5% de participación, y arroja una nube de incertidumbre sobre el futuro del suministro de gas a Japón, que depende de Rusia para alrededor del 9% de su GNL importado. Esperemos oír más sobre cómo Japón podría sustituir las importaciones de gas ruso, una tarea que se hace más difícil porque Europa está haciendo lo mismo.
Con la asistencia de Javier Blas.
Este artículo fue traducido por Andrea González