Bloomberg Opinion — La primera víctima de lujo de la crisis de las criptomonedas: el Rolex Daytona.
Luego de alcanzar máximos históricos a principios de año, los precios de los relojes más cotizados en el mercado secundario, incluido el codiciado Rolex, han caído.
Esta burbuja de los relojes de segunda mano fue provocada por una combinación de ganancias de las criptomonedas y del mercado de valores, estímulos monetarios y especulación. Pero el fenómeno ahora se está desvaneciendo. Por el momento, la demanda de relojes nuevos y de otros de artículos de lujo se está manteniendo. Sin embargo, lo que está ocurriendo en el mercado secundario de relojes recuerda que el auge del lujo, sobre todo en Estados Unidos, podría no ser duradero.
Una combinación de mercados bursátiles en auge y criptomonedas impulsó en 2021 la riqueza y un mayor interés por la inversión en activos alternativos, ya fueran tokens no fungibles (NFT) o relojes. Además, en el momento en que los mercados empezaron a sufrir fluctuaciones a principios de este año, con el aumento de la inflación y las tensiones geopolíticas como telón de fondo, un grupo de inversores decidió invertir su dinero en valores más concretos, como un Rolex. En consecuencia, una nueva generación de jóvenes comerciantes de relojes se sumó a los coleccionistas de larga data.
Tanto los novatos como los veteranos, perseguían siempre los mismos modelos. La santísima trinidad de los relojes más populares: el Rolex Daytona, el Patek Philippe Nautilus y el Audemars Piguet Royal Oak. Todos se vendían en febrero y marzo a precios que multiplicaban su precio de venta al público. Las piezas de diseño esqueletal producidas por Richard Mille también fueron muy codiciadas.
Ahora, el bitcoin (XBT) ha cerca del 70% de su valor desde noviembre y el S&P 500 coquetea con un mercado bajista. Esto ha causado que la demanda se esfume. Los compradores son cada vez más precavidos. El incremento de las tasas de interés, la inexistencia de pagos de estímulo y el aumento de la inflación están jugando un papel importante. Los confinamientos en China y la disminución de los compradores rusos también han hecho aumentar la oferta.
En los modelos Daytona, Nautilus y Royal Oak, que fueron los que experimentaron las subidas más espectaculares, es donde se han producido los mayores retrocesos. Se estima que los precios están un 25% por debajo de sus máximos. Pero esto incluye las transacciones privadas y puede no reflejarse en los datos de disponibilidad del mercado.
La situación de otras marcas es mejor, entre ellas Vacheron Constantin y A. Lange & Sohne, de Cie Financiere Richemont SA (CFR.SW), pues algunos coleccionistas se decidieron por otras marcas o no se decidieron por las más reconocidas. Ciertos modelos más asequibles, como la marca hermana de Rolex, Tudor, no vieron las mismas subidas que las más caras. Y continúa el deseo de adquirir piezas realmente raras, en lugar de las que se consideran simplemente como escasas.
Aunque la corrección del mercado secundario haya abaratado un poco la compra de un Rolex, lo cierto es que no facilita la obtención de uno.
Existen listas de espera para muchos modelos nuevos de al menos dos años porque no se han eliminado todas las ganancias del mercado secundario. La compra de un Rolex en una tienda sigue pareciendo una auténtica ganga. Watches of Switzerland Group Plc (WOSG), que tiene boutiques en Gran Bretaña y EE.UU., también está viendo cómo la oferta supera la demanda de algunos modelos de Cartier, Omega y Tudor.
También el mercado secundario de los bolsos de lujo es vulnerable a ciertos elementos que han aumentado los precios de los relojes. También ha visto la afluencia de nuevos compradores más jóvenes. Sin embargo, ha resistido hasta ahora, quizá porque, aunque los precios han subido, no se han convertido en una burbuja como la del otro mercado.
No obstante, lo que está ocurriendo en el sector de la relojería puede ser un anticipo de lo que está por venir en la reventa de productos de lujo y en las tiendas de alta gama.
Gran parte de los mismos factores que favorecieron a los relojes también incrementaron la demanda en el mercado primario de zapatillas, bolsos y joyería fina. Los analistas de Jefferies han calculado que el año pasado la riqueza proveniente de las criptomonedas representó entre el 25% y el 30% del crecimiento de las ventas de alta gama en EE.UU. Por otra parte, la demanda está estrechamente relacionada con los mercados bursátiles.
Puede que los próximos resultados de las grandes casas de lujo muestren unos sólidos ingresos en EE.UU., pero la segunda mitad del año se comparará con un periodo de 2021 en el que las ventas se incrementaron. Son muchos los estadounidenses que están viajando a Europa este verano boreal para beneficiarse de la fortaleza del dólar, trasladando sus gastos de lujo a las boutiques de París y Londres. Pero al volver a casa este otoño, tras haber utilizado posiblemente sus ahorros, pueden estar más inclinados a cerrar su billetera. Si se suma la posibilidad de una recesión, la crucial temporada de gastos navideños parece más incierta.
Naturalmente, una recuperación en China podría compensar la situación. Las acciones de lujo subieron ligeramente esta semana después de que el país suavizara las normas de cuarentena para los viajeros.
Pero para los gigantes de la joyería, al igual que para el mercado de los relojes, el tiempo podría estar agotándose.
Esta nota no refleja necesariamente la opinión del consejo editorial o de Bloomberg LP y sus propietarios.
Este artículo fue traducido por Miriam Salazar.
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