Bloomberg — Las acciones de los fabricantes de semiconductores sufrieron un fuerte revés el viernes después de que una sombría advertencia de menores utilidades de Micron Technology Inc. provocara nuevas preocupaciones sobre la capacidad de generar ganancias de las empresas en un momento en el que Estados Unidos podría estar encaminándose a una recesión.
A pesar de la subida del mercado bursátil en general del viernes, el índice de semiconductores de la Bolsa de Filadelfia cayó un 3,8% después de que Micron, el mayor fabricante de semiconductores de memoria de EE.UU., señalara que la demanda de chips utilizados en ordenadores y teléfonos inteligentes se estaba enfriando. El índice, que alberga a los gigantes Advanced Micro Devices Inc. y Nvidia Corp. así como a Micron, ha perdido un 38% en 2022.
Históricamente, las acciones de empresas de semiconductores han sido un barómetro clave para el mercado de valores y la economía en general. Los chips se utilizan en una amplia gama de industrias que son importantes para el crecimiento: electrodomésticos, centros de datos, juegos e inteligencia artificial. Si las condiciones son débiles para los chips, se plantean dudas sobre la demanda en otros rincones de la economía, lo que es un presagio preocupante para el mercado de valores, según Matt Maley, estratega senior de Miller Tabak + Co.
“No teníamos ni de lejos suficientes chips, y ahora la demanda se está cayendo”, dijo Maley. “¿Qué señal envía? Pone de manifiesto la creciente preocupación de que la desaceleración que estamos sufriendo se convierta en una recesión”.
La escasez mundial de semiconductores, impulsada por factores de la demanda y la oferta de la economía, se ha atenuado un poco, pero sigue habiendo una producción limitada de ciertos chips utilizados en automóviles y electrodomésticos. Los preocupantes informes de las empresas de semiconductores antes de reportar sus resultados del segundo trimestre hacen temer que la demanda supere a la oferta durante más tiempo.
“Lo que indica esta debilidad es que la economía se está ralentizando y que existe la posibilidad de que se produzca una recesión”, dijo Tim Ghriskey, estratega principal de carteras de Ingalls & Snyder. “Los semis son una bandera roja porque realmente están en todo. Son parte integral de todo lo que se vende hoy en día. Son los equipos más rudimentarios, así que esto es un gran negativo para la economía”.
¿Lo peor quedó atrás?
Aun así, están surgiendo señales de que las empresas pueden ser capaces de combatir los continuos problemas de la cadena de suministro. El viernes, General Motors Co. dijo que espera que las ventas y los beneficios del segundo trimestre se vean afectados por los problemas de suministro de chips, pero la empresa reforzó que puede compensar los retrasos en la producción más adelante este año y reafirmó sus previsiones de beneficios para todo el año. Las acciones del fabricante de automóviles subieron hasta un 3,5% el viernes, lo que podría indicar que lo peor ha pasado para los productores de semiconductores.
De hecho, las valoraciones bursátiles de empresas como Micron parecen “increíblemente baratas”, según Siddharth Singhai, director de inversiones de IronHold Capital, un fondo de cobertura basado en el valor.
“Las cosas se están vendiendo de forma irracional debido a la inversión pasiva y al hecho de que las tasas de interés son altas y la inflación es elevada”, dijo Singhai. “Todo está impulsado por el miedo más que por una comprensión real de los fundamentos”.
Dicho esto, apostar en contra de los fabricantes de chips fue una apuesta ganadora el pasado trimestre cuando el mercado se debilitó y las acciones se hundieron. Y los bajistas están aumentando sus apuestas de que el descenso se prolongará. El interés corto del fondo cotizado en bolsa de US$6.200 millones iShares Semiconductor, con el ticker SOXX, saltó al 10% del free float a finales de junio, el nivel más alto desde diciembre de 2020, según datos compilados por S3 Partners. El ETF había bajado alrededor de un 4% el viernes y ha perdido un 38% este año.
Así que, de cara al futuro, el riesgo para los fabricantes de chips y el resto de las empresas estadounidenses sigue siendo una recesión en el país.
“La oferta empezará a recuperarse en algún momento”, dijo Ghriskey. “Pero si la economía es débil, habrá un problema de demanda posterior, por lo que los inversores y las empresas podrían verse afectados por partida doble”