Bloomberg — Los futuros de los cultivos se hundieron este viernes, al punto que el trigo cerró la semana a niveles no vistos desde antes de la invasión rusa a Ucrania, a medida que aumenta la preocupación de que una recesión económica pueda frenar la demanda de productos agrícolas.
Dos informes clave del Departamento de Agricultura de Estados Unidos indicaron el jueves un suministro de granos mayor de lo esperado. Las plantaciones de soja cayeron por debajo de una estimación previa de lo que habría sido la mayor siembra doméstica registrada, pero los futuros no obstante cayeron hasta un 4,3% en la negociación del viernes.
Aunque persiste la incertidumbre sobre los efectos de la invasión rusa y su impacto en las exportaciones agrícolas, las expectativas de abundantes cosechas en otras regiones clave han aliviado por ahora las preocupaciones sobre la oferta en medio de la creciente ansiedad sobre la demanda futura. Los operadores también se están posicionando antes de un fin de semana festivo de tres días en EE.UU.
“No hay compradores en este momento”, dijo Arlan Suderman, economista jefe de materias primas de StoneX. “Todo se basa en las señales de los gráficos y el impulso en este momento”.
Los futuros de trigo más activos cayerion 4,9% a su nivel más bajo desde el 18 de febrero, unos días antes de que la invasión rusa de la vecina Ucrania trastornara los mercados de materias primas. El trigo alcanzó el nivel más alto registrado en los días posteriores al ataque, lo que provocó un empeoramiento de la inflación alimentaria, el acaparamiento de granos y el temor generalizado a una grave escasez de suministros.
Tanto el maíz como la soja terminaron la jornada en sus niveles más bajos desde finales de enero, al igual que el aceite de soja del que se depende para procesar alimentos y fabricar diésel respetuoso con el clima. La harina de soja, utilizada para alimentar a cerdos y pollos, se desplomó un 4,1%, la mayor caída en casi un año.
Con la asistencia de Megan Durisin.