Bloomberg — Si las sanciones de EE.UU. y Europa llevan a Rusia a reducir su producción de crudo, los precios mundiales del petróleo podrían alcanzar unos precios “estratosféricos” de US$380 por barril, advirtieron este viernes los analistas de JPMorgan Chase & Co. (JPM).
El Grupo de los Siete países (G7) está preparando un complicado mecanismo destinado a poner un tope al precio del petróleo ruso, un intento de poner presión sobre la maquinaria bélica de Vladimir Putin en Ucrania.
Los analistas de JPMorgan, entre los que se encuentra Natasha Kaneva, escribieron en una nota a los clientes que, teniendo en cuenta la sólida posición fiscal de Moscú, el país puede permitirse reducir la producción diaria de crudo en 5 millones de barriles sin perjudicar demasiado su economía.
En cambio, para la mayor parte del resto del mundo, las consecuencias podrían ser desastrosas. Los analistas señalan que un recorte de 3 millones de barriles en el suministro diario elevaría los precios del crudo de referencia en Londres a US$190 mientras que el peor escenario, de 5 millones, podría suponer un precio del crudo “estratosférico”, de US$380.
“El riesgo más obvio y probable de un tope de precios es que Rusia decida no participar y tome represalias reduciendo las exportaciones”, escribieron los analistas. “El gobierno podría tomar represalias reduciendo la producción como forma de infligir dolor a Occidente. La presión del mercado mundial del petróleo está del lado de Rusia”.
Este artículo fue traducido por Miriam Salazar