Bloomberg — Las economías europeas se enfrentan a una nueva e importante sacudida debido a la ralentización de los suministros de gas natural ruso, que amenaza con elevar la inflación por encima de los actuales niveles récord y llevar a la potencia del continente, Alemania, a una recesión “inminente”, según Deutsche Bank (DB).
“Lo que se está produciendo en Europa en los últimos días es un nuevo gran choque negativo de suministro”, escribieron los analistas de Deutsche Bank, citando una caída del 60% en los flujos de gas a través del gasoducto Nord Stream a principios de este mes. “Si el corte de gas no se resuelve en las próximas semanas, nos preocupa que esto conduzca a una ampliación de la interrupción energética con efectos materiales en el crecimiento económico y, por supuesto, una inflación mucho mayor”.
El último recorte de los suministros energéticos como consecuencia de la guerra de Rusia en Ucrania ha elevado los niveles de alarma en todo el continente, especialmente en Alemania, la mayor economía de Europa y una de las más dependientes del gas ruso. El ministro de Economía, Robert Habeck, ha advertido de que las turbulencias de los mercados del gas podrían extenderse más ampliamente, comparando el riesgo con la crisis provocada por el colapso de Lehman Brothers en 2008.
El gobierno de Berlín dijo el jueves que está en conversaciones para proporcionar “medidas de estabilización” para la empresa de servicios públicos Uniper SE (UN01), que está perdiendo unos $30 millones de euros (US$31 millones) al día porque tiene que cubrir los suministros rusos que faltan a precios al alza en el mercado spot. El gigante químico BASF SE (BAS), que depende del gas para la producción y la electricidad, dijo que podría tener que recortar su producción.
La crisis energética europea está provocando advertencias de recesión cada vez más fuertes. Los economistas de Morgan Stanley (MS) declararon a principios de esta semana que ahora esperan que la zona del euro caiga en una contracción en el último trimestre de este año, en gran parte debido al riesgo de reducción de los flujos de gas natural.
La persistencia de la escasez de gas “aumentaría el riesgo de una inminente recesión en Alemania a causa del racionamiento energético”, además de suponer una “clara desventaja” para el tipo de cambio del euro frente al dólar, según los analistas del Deutsche Bank.
Este artículo fue traducido por Andrea González