Santiago — Este 2022 ha sido un año duro para el mundo de las criptomonedas. El Bitcoin (XBT) ha perdido el 56,27% de su valor en los últimos seis meses, congelando la buena racha de los inversores en este criptoinvierno. Para el chileno Guillermo Torrealba, CEO de la billetera cripto y Exchange de criptomonedas Buda.com, la crisis no puede ser analizada desde un solo foco: “Se juntó todo. No es una crisis digital, sino de orden global”.
En un mundo en incertidumbre, el resultado es que los inversionistas están optando por refugios seguros. En entrevista con Bloomberg Línea, el experto en criptoactivos proyecta existen dos escenarios posibles en los siguientes meses. El más optimista apunta a la economía global se recupere, dejando atrás la amenaza de una recesión, y se atenúe la caída en las bolsas. Sería en ese caso que la moneda digital, como sucedió en otros episodios, podría despegar de nuevo. “Cuando el bitcoin cae lo hace más que el resto, pero cuando sube también lo hace más que el resto”, explica.
Cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró al Covid-19 como pandemia, en marzo de 2020, hubo una fuerte caída de las bolsas mundiales y un desplome mayor del bitcoin. Torrealba argumenta que, de ese momento hasta la fecha, incluso después de la caída sufrida este año, la criptomoneda ha crecido exponencialmente.
“Esta es la historia de bitcoin. Es un activo todavía nuevo, más volátil, extremadamente más rentable en el largo plazo, pero en el corto plazo es riesgoso porque no sabemos valorizarlo y, como consecuencia, el mundo reacciona de manera exacerbada”, asegura.
A lo largo de su historia, las criptomonedas han experimentado grandes caídas. En un segundo y poco alentador escenario, Torrealba apunta a la posibilidad de que se materialice una recesión en Estados Unidos, lo que se traduciría en un mercado más golpeado.
Aun, en la peor de las crisis, no descarta que, en algún punto, el bitcoin se pueda desacoplar de los mercados. El precio de las acciones está asociado a la capacidad productiva de las empresas, pero el uso y el valor de la criptomoneda no está relacionado con la capacidad productiva de la economía, es independiente y el “único activo que se desacopla”, explica.
Es difícil saber cuál será el futuro de la criptodivisa, pues no es un activo que está aislado del escenario global. “El mundo podría entrar en una recesión y eso no se veía desde hace 15 años. Hasta ahora no sabemos cuáles serán las consecuencias de eso, porque no sabemos cuáles serán las acciones de los bancos centrales y, como consecuencia, es más difícil predecir cómo reaccionarán los accionistas a este escenario”, dijo.
Países con mayor adopción, los más afectados
El Bitcoin cae en la misma proporción en todas las naciones. No hay países donde cae más que otros, y eso ocurre porque su precio no se define localmente, sino que se define globalmente. Pero sí hay países con mayor adopción de la moneda digital; esos son los más golpeados en este criptoinvierno.
Consultado por el caso de El Salvador, Torrealba está de acuerdo con la adopción del bitcoin como divisa de curso legal, aunque no considera correcto que un gobierno se abandere con el criptoactivo. “Es una tecnología fundamentalmente apartidista. No me gusta que bandos políticos se apropien del movimiento y creo que está mal, bitcoin va a crecer orgánicamente dentro de los países en la medida que sus ciudadanos le vean casos de uso. Ese país está más afectado que otros”.
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