Buenos Aires — Hay un factor que limitará aún más de lo previsto el crecimiento de la actividad económica este año: la falta de dólares. Las dificultades del Banco Central para acumular divisas y, a la vez, liberarlas para la importación de insumos para la producción, ya impacta en las distintas cadenas productivas. Y las nuevas restricciones, prometen dificultar aún más la recuperación pospandémica.
En sectores puntuales como la industria automotriz, las limitaciones a las compras de autopartes en el exterior, por lo pronto, podrían llegar a frenar toda la cadena productiva. Eso advirtió Isabel Martínez, presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina, en conversación con Bloomberg Línea. Así, las medidas del Gobierno corren el riesgo no solo de enfriar la actividad en general, sino también de ocasionar faltantes en diversos rubros.
Un impulso que se frena
Durante los primeros tres meses del año, el Producto Bruto Interno (PBI) creció el 0,9% en términos desestacionalizados respecto al último trimestre del 2021, según el Indec. A pesar de ser la tercera suba consecutiva, el número refleja una desaceleración del crecimiento económico.
- Proyecciones para el PBI argentino en 2022: Las estimaciones para este año son del 4%, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), en línea con lo que ve el Gobierno argentino, y del 3,6% según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Las autoridades argentinas comprenden que este año no se van a repetir los números del 2021 (10,3%) ya que los números del año pasado estuvieron impulsados por las reaperturas tras las cuarentenas ocasionadas por la pandemia del coronavirus.
La explicación oficial sobre la desaceleración
Según el ministro de Economía, Martín Guzmán, la mayor salida de dólares se explica directamente por el sector energético. La necesidad de importar gas para cubrir las demandas del invierno y aún mayor precio, producto de la crisis energética que generó la invasión rusa en Ucrania.
Miguel Pesce, presidente del Banco Central, precisó que “las importaciones de energía crecieron 207% en los primeros cinco meses del año” y estimó que en junio van a llegar a US$2 mil millones de dólares. Reconoció que “esto está trayendo dificultades en la balanza de pagos”. El gasto energético acumuló un total de US$4.641 millones en esos primeros meses.
- Alivio: Este miércoles, 29 de junio, la autoridad monetaria compró más de US$560 millones, la mayor compra en lo que va de la gestión de Alberto Fernández. En lo que va de junio, el BCRA acumula más de US$400 millones.
Preocupación industrial
Según Fabio Rozemblum, vicepresidente de la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC), las nuevas restricciones a las importaciones del Banco Central “vuelven a dar una vuelta de rosca más sobre las dificultades para acceder al pago de insumos”.
“Entiendo que no están los dólares y que el BCRA los debe administrar, el problema es cómo se usan los dólares y cuáles son las medidas que incentiven la obtención para darle movilidad al sector y poder exportar”, agregó el empresario en conversación con Bloomberg Línea.
Rozemblum señaló que el crecimiento de la actividad estará jaqueado por la falta de divisas: “Es una industria integrada al mundo que necesita insumos de importación y cuando no se puede acceder a esos insumos se pone en riesgo la producción. Basta que un eslabón de esta cadena productiva falle para que se pare la industria”, sintetizó.
Isabel Martínez, presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina, aseguró que “si con estas restricciones hay algunas partes de la cadena que no pueda producir se para toda la cadena del sector automotriz”.
El automotriz no es el único sector en alerta por la falta de dólares para importar insumo. La Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) expresó días atrás “su profunda preocupación ante las modificaciones dispuestas por el BCRA”, y aseguraron que el resultado de estas medidas es similar a “condenar a numerosas empresas argentinas a reducir drásticamente –o incluso suprimir– sus compras del exterior”. “La escasez de divisas debe enfrentarse minimizando el impacto sobre la economía, algo que la flamante normativa del BCRA dista de hacer”, concluyó la Cámara de Comercio.
Por otra parte, la Mesa de Enlace que reúne a las cuatro principales entidades agropecuarias, anunció un cese en la comercialización para el 13 de julio en reclamo de la falta de gasoil y fertilizantes, insumos claves para la producción y exportación agrícola.
Actividad limitada
“El nivel de actividad está limitado por la capacidad de importar y esa capacidad de importar está limitada por falta de dólares”, resumió Federico Moll, director de investigación económica de la consultora EcoLatina, y advirtió que “estamos en un límite de actividad económica similar al del 2013 y 2015 básicamente porque la oferta de dólares no cambió demasiado”.
Y explicó que “hacia adelante dólares no va a ver, las exportaciones no van a crecer más allá de algún juego que pueda haber con los precios, por lo tanto el nivel de actividad va a estar muy limitado”.
Según Moll, “este tipo de procesos no sólo pueden incrementar la inflación sino que complican los precios relativos”. “Las relaciones de precios que son muy importantes a la hora de tomar decisiones de consumo o producción, que se ven muy afectadas en un contexto como este y se ve incertidumbre del tipo no hay precios referencia”, resumió.
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