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“Sencillamente, si el presidente electo de izquierda Gustavo Petro no logra moderar sus políticas económicas, su Presidencia nacerá muerta. Empezando por la propuesta de campaña de cancelar los nuevos permisos de exploración petrolera”, escribe en una nota Benito Berber, economista jefe para América Latina de Natixis.
Cita una reciente entrevista que Petro concedió a la revista Cambio, en la que “señaló que la nueva política energética será ambiciosa en el sentido de la dirección, la transición a fuentes solares, eólicas y posiblemente de oxígeno verde, pero enrutada en el pragmatismo para esquivar los desequilibrios macro”.
Según el informe, “una disminución repentina de la producción de petróleo empeoraría los déficits dobles. Con un rápido golpe directo a las partes más débiles de la economía, esta política enviaría la tasa de cambio al cielo, los precios de la deuda gubernamental y corporativa y las acciones al piso junto con la calificación de la deuda soberana”.
“Petro está buscando activamente un ‘Acuerdo Nacional’, o una coalición política con varios partidos para aumentar las posibilidades de que el Congreso apruebe sus propuestas de reforma formando alianzas con partidos de centro Liberales e incluso de centro derecha como los Conservadores, el Partido de la U y Cambio Radical”, añade.
El nuevo gobierno enviará al Congreso en las primeras semanas una propuesta de reforma fiscal con el objetivo de aumentar los ingresos en un 3% del PIB, que incluye el aumento del impuesto a los dividendos, la eliminación de los paraísos fiscales, el aumento de los impuestos a la propiedad de las tierras improductivas y fértiles, la eliminación de las exenciones fiscales y el gravamen a los sectores extractivos y la implementación de impuestos verdes.
Se prevé que el proyecto de ley que se apruebe aumente los ingresos entre el 1% y el 2% del PIB.
Asimismo, Natixis prevé una desaceleración del crecimiento económico hasta el 3% interanual o menos en 2023, frente al 5,0% previsto para este año, “debido al endurecimiento de la política monetaria y a la debilidad de la inversión, sobre todo si el presidente Gustavo Petro se inclina hacia la extrema izquierda, algo que se ve poco probable”.
Proyecta además que la inflación se mantenga en torno al 9% este año y en 2023 al 4%, debido a un menor crecimiento y a la normalización de la cadena de suministro; solo volverá al punto medio del 3% en 2024.
No descarta que el banco central suba los tipos de interés en más de 100 puntos básicos en la segunda mitad del año.
“Por ahora, nuestra previsión para el tipo terminal es de 9,25-9,50%. Creemos que el BanRep podría iniciar un ciclo de recortes una vez que la senda de descenso de la inflación se consolide, lo que esperamos que ocurra en el primer semestre de 2023″.