Guatemala no logra escalar en ranking de competitividad 2022 a nivel latinoamericano

Chile continúa manteniendo el liderazgo, seguido por Costa Rica y Panamá que se fortalecen. Guatemala ocupa el puesto 15 de 18 países.

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Guatemala — El Instituto de Competitividad de ADEN tiene como objetivo analizar la competitividad de cada país, utilizando para ello un enfoque basado en la capacidad que tiene una sociedad para incrementar sus niveles de bienestar y hacer frente al desafío de la competencia en una economía globalizada.

Chile se mantiene como el país con mayor competitividad en Latinoamérica con 77,8 puntos, según el reciente Ranking del Instituto de Competitividad de ADEN International Business School, correspondiente a abril de 2022.

En la medición, Costa Rica (74,6) y Panamá (74,5) se fortalecen y emparejan, ocupando el segundo y tercer lugar, respectivamente, le siguen Uruguay, México, Brasil, Colombia, Perú, Paraguay y Ecuador, países que se posicionaron en los primeros 10 lugares.

Los países que se ubican en la base de la pirámide se encuentran Honduras, Guatemala (56,5), Nicaragua y Bolivia.

El estudio reveló algunos retrasos competitivos más marcados (cada uno en grado diverso y con dinámicas diferentes) derivados de problemas de inseguridad, inestabilidad macroeconómica, aspectos institucionales e infraestructura.

Según la entidad encargada del estudio la competitividad de todos los países de la región se ha visto dañada por el perverso efecto externo “que se derramo” desde lo sanitario con la presencia de la pandemia del Covid-19.

El ranking da a conocer el posicionamiento competitivo de países latinoamericanos sobre la base de los 10 aspectos que ADEN considera para evaluar competitividad-país como:

  1. Cobertura de necesidades básicas
  2. Aspectos institucionales
  3. Infraestructura
  4. Estabilidad macroeconómica
  5. Salud
  6. Educación
  7. Expectativas de la población
  8. Competencia en los mercados
  9. Eficiencia en las relaciones laborales y
  10. Acceso a la tecnología

Los resultados considerados por aspecto revelan que en 2020 no ha habido algunos cambios en las posiciones de liderazgo respecto a la medición anterior, ya que los rubros muestran el mismo líder.

Nivel aceptable

Chile continúa manteniendo el liderazgo del ranking, pero en el 2021 su puntaje ha sufrido una leve desmejora (producto de un flojo desempeño durante la pandemia que el resto del grupo) y la diferencia se ha mantenido.

Sin embargo, se mantiene a la vanguardia en acceso a la tecnología.

Desde hace años existe predominio de Uruguay en materia de cobertura de necesidades básicas, aspectos Institucionales y salud.

En esta medición, México ha desplazado a Panamá de la primera colocación en estabilidad macroeconómica, sin embargo, ese país mantiene su liderazgo en materia de expectativas de la población y competencia en los mercados.

México continúa situado en quinto lugar, aunque por su pérdida de puntos se ha acercado a quienes le siguen. La mejora en su puntaje en los tres años anteriores le permitió tomar distancia del grupo que le sigue en el ranking, pero en las dos últimas mediciones esa brecha se redujo y su puntaje comienza a parecerse al de Brasil y Colombia, aunque sigue mostrando un nivel de competitividad aceptable.

Brasil mantiene su liderazgo en materia de infraestructura, Argentina vuelve al liderazgo en educación, desplazando a Costa Rica por muy escaso margen.

Perú sigue liderando posiciones en eficiencia en relaciones laborales, desde el 2014.

Nivel medio

A continuación, sigue un grupo de tres países que muestran escasa diferencia entre sí en puntaje y podrían caracterizarse como un bloque de “competitividad aceptable”: Brasil, Colombia y Perú.

Este grupo no existía con esta homogeneidad de puntajes en las estimaciones de 2012 y 2013, pero el ascenso de Colombia y Perú, unido a la reducción en Brasil lo han permitido.

Hasta la medición anterior podía adicionarse Argentina al grupo, pero la reducción de su puntaje en 2020 y 2021 la relegaron al onceavo lugar y la han alejado del mismo colocándola en un nivel más bajo.

Estas tres naciones muestran un nivel competitivo “medio”, con avances relativos respecto del resto en áreas de infraestructura, aspectos institucionales y, en menor medida, estabilidad macroeconómica.

Paraguay se sitúa a continuación, evidenciando ya algunos problemas competitivos que se mantienen en el tiempo y que no consiguen mejorar para avanzar en el ranking.

Su puntaje se ha reducido y ha permitido que Ecuador, con su mejora, lo sobrepase en esta estimación, separándose del grupo que viene detrás. Desde hace algunos años estos dos países se sitúan en estos puestos, a menudo intercambiando posiciones.

Nivel menos aceptable

A continuación, se observa un grupo de tres países, situados un “peldaño” más abajo, compuesto por República Dominicana y El Salvador, separados también entre sí por escaso puntaje.

Se observa un estancamiento marcado de la situación de El Salvador. En estos casos ya es necesario hablar de niveles de competitividad país menos aceptables, con falencias importantes en algunos aspectos.

Las distancias entre los puntajes de Honduras, Guatemala, Nicaragua y Bolivia son pequeñas y las posiciones pueden variar en el futuro ante cambios en variables puntuales.

En este grupo debe destacarse el caso de Bolivia, que se ha integrado recientemente al mismo en virtud de mejoras en su puntaje, luego de estar en los puestos más rezagados en mediciones anteriores y que ha logrado mantener su puntaje durante el año de pandemia.

Finalmente, en el último grupo, con problemas graves de inestabilidad macroeconómica y problemas institucionales aparece Venezuela, que ha vuelto a tener retroceso en su puntaje, que la alejan del resto y la mantienen en posiciones de fuerte rezago en materia de competitividad y con escasas posibilidades de recuperación en el corto plazo.