QUITO — El Legislativo ecuatoriano no alcanzó los votos necesarios para destituir al presidente de la República, Guillermo Lasso, tras un extenso debate que duró más de 18 horas y se desarrolló en tres días. La moción de destitución alcanzó 80 votos de los 92 que eran necesarios. De esta manera, Lasso permanecerá en el poder mientras enfrenta la peor crisis política de su Gobierno que apenas lleva un año.
(Nota actualizada con la reconsideración de la votación a las 23:00)
El pedido de destitución fue presentado por la bancada de UNES, afín al expresidente Rafael Correa, que apeló a la causal de “grave conmoción social” que consta en el artículo 130 de la Constitución para solicitar la remoción del primer mandatario.
Sin embargo, durante la sesión la mayoría de asambleístas acordó que la causal no estuvo plenamente justificada y por ello no apoyó la destitución de Lasso.
El proceso se llevó adelante en medio de una severa crisis política que enfrenta el Gobierno de Lasso derivada de la movilización indígena junto con otros sectores sociales que inició el pasado 13 de junio y no logra resolverse.
“De no ser destituido, le pido al presidente de la República que de manera inmediata coordinemos para que se siente en la mesa de diálogo. Hagamos mesas de diálogo serias donde sintonicemos todos”, pidió el titular del parlamento, Virgilio Saquicela antes de la votación.
Insistió en que “el diálogo está a la vuelta de la esquina”. “Hagámoslo por el país, por el Ecuador, por los ecuatorianos, resolvamos esta crisis”, apuntó.
El 27 de junio, las partes iniciaron un diálogo que se vio truncado luego de que la madrugada de este martes 28 se registrara un enfrentamiento entre uniformados y manifestantes que dejó como saldo un uniformado muerto.
Tras estos acontecimientos, el mandatario aseveró que no volverá a la mesa de diálogo mientras “no existan las garantías” necesarias y cese la violencia. Asimismo, Lasso descartó dialogar con el máximo líder de la manifestación, Leonidas Iza.
De su lado, la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) ha solicitado al Gobierno rever su postura y mantener las negociaciones.
