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Un total de 51 personas muertas y 24 heridas dejó un motín en una cárcel de la ciudad colombiana de Tuluá luego de que uno de los reos prendiera fuego a una colchoneta y la conflagración se extendiera por el lugar, confirmó este martes el ministro de Justicia, Wilson Ruiz.
La tragedia ocurrió en la madrugada de este martes en el pabellón 8 del Establecimiento de Reclusión de Tuluá luego del incendio provocado por una riña entre los internos.
“Quiero informar a toda la opinión pública que se iniciaron las investigaciones para determinar los detalles de lo ocurrido y poder dar claridad al país sobre dicho acontecimiento”, dijo el ministro Wilson Ruiz en una rueda de prensa.
El ministro detalló que de las 24 personas heridas, seis se encuentran en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de Tuluá y dos fueron remitidos a Centros de Salud en Cali.
“Desde el primer momento de este lamentable hecho, el INPEC (Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario) ha adoptado todas las medidas para el traslado y atención de los heridos”, indicó.
En la mañana, el presidente colombiano, Iván Duque, lamentó los hechos y dijo que estaba en contacto con el director del INPEC, el general Tito Castellanos, a quien dio instrucciones “para adelantar investigaciones que permitan esclarecer esta terrible situación”.
Entre tanto, el defensor del Pueblo, Carlos Camargo, envió un mensaje de solidaridad a las familias de las víctimas y dijo que su entidad ya está brindando acompañamiento humanitario a estas personas “con gestión e intermediación para la atención inmediata de los heridos”.
“Asimismo, participamos en el consejo extraordinario de seguridad y adelantaremos una jornada de diálogo con los líderes de cada patio del establecimiento carcelario. Desde la entidad, hemos identificado las labores de verificación de derechos humanos, deshacinamiento y brigadas jurídicas en el establecimiento carcelario de Tulúa”, informó el funcionario.
Carlos Camargo señaló que en abril efectuaron la más reciente verificación de derechos en esa cárcel y se constataron “graves condiciones en cuanto a alimentación y salud”.
“Desde la Defensoría del Pueblo instamos a las autoridades correspondientes a que trabajen con celeridad en el mejoramiento de las condiciones de salubridad en dicho establecimiento penitenciario. Seguimos y seguiremos haciendo acompañamiento e incidencia permanente ante esta situación”, apuntó.
Según cifras oficiales, el hacinamiento en las cárceles de Colombia ya alcanza el 20,3% y en el caso de la de Tuluá ese nivel es del 17% o el equivalente a 200 personas más de las permitidas.
Luego de la tragedia, la Alcaldía de Tuluá indicó que “el sistema penitenciario debe sufrir una transformación que permita la humanización de quienes llegan a la cárcel”.
“Las cárceles en Colombia deben ser centros de rehabilitación y no campos de venganzas, odios y retaliaciones, muy lamentable lo sucedido en la cárcel de Tuluá, donde fallecieron 51 personas y más de 20 heridos”, agregó en Twitter.