Bloomberg — La economía alemana podría contraerse un 12,7% en lo que resta del año si Rusia interrumpe por completo su suministro de gas natural al país, según un grupo industrial.
La advertencia llega en un momento en que los consumidores de la mayor economía de Europa se enfrentan a la perspectiva de una importante escasez de energía, que amenaza con aumentar la inflación y mermar el crecimiento.
La pérdida de producción de bienes y servicios podría ascender a 193.000 millones de euros (US$204.000 millones), y podrían perderse hasta 5,6 millones de puestos de trabajo, un escenario que generaría inestabilidad política, según un informe de la Asociación de la Industria de Baviera, entre cuyos miembros se encuentran BMW AG y Deutsche Telekom AG.
La semana pasada, el Gobierno aleman elevó el riesgo de gas en el país al segundo más alto nivel: de “alarma”. El racionamiento se ha convertido en una posibilidad real ante la urgencia de rellenar los depósitos de almacenamiento a tiempo para el invierno boreal, mientras que el Comisario de Energía de la Unión Europea, Kadri Simson, ha advertido que el suministro ruso podría reducirse aún más.
“La paralización del suministro nos lleva a la recesión, con todas las consecuencias para el empleo y la cohesión social en nuestro país”, dijo la asociación alemana en un comunicado. “Por lo tanto, instamos a que se evite, en la medida de lo posible, un embargo de gas natural”.
El suministro ruso a través de Nord Stream, el mayor gasoducto hacia la UE, ha caído un 60%. Se avecina un nuevo descenso con el cierre total del enlace por mantenimiento el próximo mes. Alemania ha puesto en duda que los envíos se reanuden después de los trabajos.
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